jueves, 9 de diciembre de 2010

Discriminación positiva, ¿qué es éso?

Hace algunos años, concretamente desde que el de las cejas se instaló en las lujosísimas instancias de La Moncloa, se puso de moda en España el término "discriminación positiva". Mucha gente se quedó estupefacta al ver que ahora había el mismo número de ministras que de ministros o que se iba a intentar enmendar la plana sobre una situación de inferioridad que desde tiempos inmemoriables ha sufrido en sus carnes el género femenino. Y para esto último se intuye que se creó el ya extinto Ministerio de Igualdad.

La situación social de la mujer en España hasta hace bien poquito fue la de hija, madre y devota esposa ; personas auxiliares de todo pero fundamentales también en el día a día de los hombres españoles. Hasta 1933 no ténían permitido el voto y eran casi invisibles ante las autoridades pero no para la Iglesia paradógicamente. Una situación completamente reprochable pero según parece ahora, como en algunas cosas más, hay gente que intenta buscar culpables de aquello.

No entiendo cuando una mujer recibe una remuneración inferior haciendo el mismo trabajo que un hombre y es más, lo considero denunciable. Pero ¿por qué ahora si te presentas a una oposición en la fase de concurso te dan más puntos por ser mujer? ¿y por qué también si eres víctima de la mal llamada "violencia de género"? Son cosas que mi cabeza no entiende; hemos llegado a un punto en que parece que lo que menos importa es la APTITUD y lo más valorable son el sexo y las circunstancias personales. Y ésto es algo que cada vez pasa más en las administraciones locales. Pongamos un ejemplo: si yo me presento a una plaza de Plan de Empleo de bibliotecario en un Ayuntamiento lo más normal es que una mujer (pese a que no sepa ni lo que es la signatura o la CDU) que haya sufrido malos tratos en su entorno familiar consiga la plaza por el mero hecho de sus circunstancias personales. Sí, esto es la "discriminación positiva" señores...

Una cosa es intentar defender los derechos de buena parte de la sociedad y otra es revertir una situación a modo de revancha. Y lo digo por un sector del feminismo que parece ansía dar la vuelta a la tortilla acusando a los hombres (como si todos fueramos creados bajo el mismo patrón) de machistas o dominantes. Pues no señoras/señoritas, están ustedes muy equivocadas. Y lo peor es que esto de lo que hablo lo ha asumido el Gobierno central  como parte de su programa a través de sucesivas acciones.

La invención del Ministerio de Igualdad es interesante en cuanto se puede crear para defender eso mismo, la igualdad, osease, que todos tengamos las mismas oportunidades en todos los ámbitos. Entonces se les olvidó poner el calificativo DE GÉNERO; bueno, nada grave. Pero la trayectoria de este ministerio ha seguido la línea de la "discriminación positiva", muy notoria por ejemplo en asuntos como el régimen de tutelas compartidas o en cuanto a la violencia de género. Zapatero puso una cara joven al frente, la de Bibiana Aído, y su trayectora al frente del ministerio fue un tanto cuestionada. ¿Qué le hubiera costado nombrar a otra mujer sin esa cara constante de enfado?¿o a un hombre, ya puestos (por eso de la igualdad)? .... Pues resulta que ahora el Gobierno se lo ha comido con patatas, será que la Igualdad ya no es una prioridad...

El Presidente dijo en su día que iba a nombrar el mismo número de ministros que de ministras. Y me parece perfecto siempre y cuando sean las personas más idóneas para esos cargos de responsabilidad. Es decir, que a mí me parece fenomenal que haya mayor número de hombres que de mujeres (y a la inversa) si son los más idóneos para llevar cada ministerio, pero ya por decreto dejar bien clarita la paridad se me antoja una estupidez.

El nombramiento de Carme Chacón como ministra de Defensa también fue muy criticado en su día, pero lo veo correcto siempre y cuando cuente con la capacidad y los conocimientos para mandar en un ministerio hasta ahora dirigido por hombres. Pero mucho me temo que esto tiene bastante de golpe de efecto por parte del gobieno de Zapatero. Sí, esos golpes de efecto en los que parece gustarse en demasía este Gobierno y que son criticables porque son  precisamente eso: golpes de efecto.

Lo malo de todo es que se está denunciando una situación histórica real (la discriminación de la mujer) enarbolando la bandera de la Igualdad pero por otra parte se está pasando todo a través del tamiz del género sexual. Es decir, que se quiere aminorar las tradicionales difererencias pero sin quitarnos de la boca las palabras "hombre" o "mujer". Igual  es que en el fondo para algunas cosas sí interesa ser hombre/mujer... El Gobierno y la Administración deberían empezar dando ejemplo. Defendamos la palabra PERSONA, ¿por qué no?