domingo, 29 de diciembre de 2013

Un gran año (de cine)

Quedan dos meses para la porra de los Oscar, que publicaré en mi blog como está mandao. Una cita tradicional en la que me explayo sobre mis impresiones, pronósticos y todo lo que pueda deparar la gran noche del cine made in Hollywood. Pero hoy quiero dedicar esta entrada al cine estrenado en el 2013. Solo puedo hablar del que he podido ver y, desde mi selectiva forma de mirar el séptimo arte, ahí va una escueta relación de los títulos que más me han sorprendido. Todos ellos títulos muy recomendables, pero siempre desde mis preferencias y mi particular manera de ver el cine. ¡Allá vamos!

8. BLUE VALENTINE (Derek Cianfrance)
En primavera y con más de dos años de retraso al fin nos llegó a las salas españolas este crudo drama sobre la disolución de un joven matrimonio norteamericano. Michelle Williams y Ryan Gosling ponen el rostro a una historia de enamoramiento primero y posterior ruptura, pues se entrelazan a lo largo del metraje la ilusión de los inicios y el hartazgo del final de una turbulenta relación de pareja. Con las taras del cine indie, sabe ser sincera, real y profundamente dolorosa, además de estar estupendamente interpretada por dos actores con gran química. No me extrañaría que algún día se vendiera en el mismo pack que "Revolutionary Road".



7. UNA CUESTIÓN DE TIEMPO (Richard Curtis)
De esta comedia romántica con puntuales tintes de drama he leído en algún medio que es la reformulación de la comedia romántica tradicional. Una cinta que ya sea cierto o no esa afirmación sabe mostrarse fresca, divertida y sobre todo reflexiva en su parte final; una de esas cintas que hablan de la vida en su mayor extensión, de cómo maduramos y logramos afrontar lo bueno y lo malo de las cosas. El joven protagonista tiene un don: es capaz de viajar atrás en el tiempo y con él puede perfeccionar los errores del pasado para alcanzar la felicidad, pero hasta ahí puedo leer... Una fábula que pese a su toque romántico se muestra profunda y puede llegar a gustar tanto a  hombres como a  mujeres sin resultar remilgada ni tonta. Una pequeña joya que ha llegado del Reino Unido y que espero madure bien con el paso del tiempo.



6. MUD (Jeff Nichols)
Una muesca más de lo bien que saben hacer cine los yankis con poco dinero y un buen guión. Jeff Nichols muestra hechuras de gran director en esta historia absorvente, tierna y dura a la vez, sobre el final de la niñez en una zona pantanosa del sur de EE.UU., el curso bajo del río Mississippi, que es un protagonista más de la función. Los buenos trabajos de los dos chicos protagonistas son secundados eficientemente por Sam Shepard y Matthew McConaughey en una historia sobre dos chavales que tratan de huir de sus problemas  familiares viajando a una isla del río donde conocerán a un misterioso fugitivo con el que entablarán amistad comprometiendo con ello sus vidas. Una combinación potente de drama, thriller y poderosa narración en la linea del mejor cine indie norteamericano.



5. GRAVITY (Alfonso Cuarón)
Tras una complicada postproducción llegó este año, para hacer taquilla y recopilar premios y parabienes, esta cinta protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney. La acción se desarrolla por completo en el espacio, en una misión espacial norteamericana que sufre una lluvia de meteoritos que llevará al transbordador y las vidas de sus astronautas a la deriva. Imprescindible verla en 3D por esa sensación que ofrece de estar flotando en el espacio; ya por eso solo vale pagar la entrada de cine. Pero "Gravity" es mucho más, es una historia de supervivencia, de superación de los miedos y de fe en las posibilidades de cada uno. Me gustó su poética y el agobio -y hasta casi terror- que te genera. Clooney está en plan robaescenas mientras el peso de la película recae en una Sandra Bullock muy creíble y que es el corazón de la historia. Los Oscar técnicos se los llevará de calle.



4. EXPEDIENTE WARREN: THE CONJURING (James Wan)
El terror no es mi género, pero el verano nos deparó una de las gratas sorpresas del año. Una casa encantada, secretos que se esconden detrás de los armarios y en el sótano, en cada habitación. La historia, verídica por otro lado, nos presenta a una familia numerosa que compra una casa encantada y una pareja de expertos en el mundo paranormal ayudará a los nuevos inquilinos a librarse de la presencia oscura. No ofrece una trama novedosa, pero estremece y te pega a la butaca por su dosificación de sustos y su capacidad para profundizar en el drama de cada personaje. Cierta atmósfera a lo "Zodiac"  junto a un guión sosegado hacen el resto. Lo dicho, una gran sorpresa.



3. RUSH (Ron Howard)
Este año ha vuelto la versión buena de Ron Howard. En "Rush" nos narra la lucha que libraron dentro y fuera de los circuitos de Fórmula 1 los legendarios pilotos Niki Lauda y James Hunt. La película tiene un ritmo trepidante, una lograda ambientación "setentera" y más de un puñado de buenos diálogos, además de por supuesto una gran escena final. Pero el corazón de este film no son la gasolina ni los caballos de potencia sino el particular duelo que enfrenta a ambos pilotos, dos formas completamente diferentes de ver la vida y de encarar el éxito o el fracaso fuera de las pistas. "Rush" es una película muy bien hecha, para nada recomendable únicamente para los aficionados a ese deporte entre los que yo no me encuentro. Un duelo apasionante muy bien rodado y que me dejó un gran sabor de boca.



2. LA CAZA (Thomas Vinterberg)
Y llegamos a las dos películas que posiblemente me hayan llenado más. Sólo puedo decir ¡viva el cine danés! y que sin ningún género de dudas el actor nórdico Mads Mikkelsen es el actor del año. En "La caza" interpreta con probada solvencia a un maestro de guardería acusado de abusos sexuales por la comunidad del pequeño pueblo donde vive y trabaja. Presenciamos el relato demoledor de un hombre acusado y acosado por la sociedad. Su austera puesta en escena acrecienta la sensación de opresión, que podemos percibir como una patada en el estómago del espectador ayudándose además en una escena final magnífica y muy lograda. Te remueve la conciencia y genera debate a la salida del cine. ¿Alguien dijo que los niños nunca mienten? Pues, por favor, que vea "La caza".



1. UN ASUNTO REAL (Nikolaj Arcel)
Me va el cine histórico y no puedo negarlo; pero a veces las pelis de época abusan de ser demasiado frías, largas y con grandes incorrecciones históricas, al servicio casi siempre de sus archiconocidos actores. "Un asunto real" es ejemplo de cómo se hace con corrección una película de ese género. No oculta el gusto por el detalle para ilustrarnos una época oscura, la que vive Dinamarca en el s.XVIII, años antes de que irrumpiera la Revolución Francesa en el viejo continente. Asistimos a la lucha entre las ideas de la Ilustración y los postulados del Antiguo Régimen, salpicando en esta ocasión a la propia Corte a través de un triángulo amoroso que hará saltar casi todo por los aires. El guión ralla a gran altura sin forzar el desarrollo de la historia pero otorgando suficientes matices a cada personaje. Una cojonuda ambientación hace que a esta lujosa producción no se le vean nunca los remiendos. Las ansias de poder, la lealtad, la pasión, el idealismo y la venganza confluyen en esta gran historia con ecos en la crisis de valores del presente. Además, Mads Mikkelsen sigue haciendo de las suyas. Como para no perdérsela.







sábado, 12 de octubre de 2013

Algo se nos quedó en Viena

Iglesia de S.Carlos Borromeo
Ya lo decía John Malkovich en la estupenda "Las amistades peligrosas", pero es que no puedo evitarlo. Ciudad que piso y visita que cae en la que trato de engullirme de su historia. Además de eso reconozco que me lo preparo casi todo bastante bien y no sólo en lo referente a los transportes y a su callejero. En una ciudad me estimula empaparme de sus monumentos y de su urbanismo. En una palabra, DISFRUTO.

La escusa en este caso fue la mente maravillosa de James Horner, el compositor que puso música al hundimiento del Titanic y que logró que todos los espectadores nos pusiéramos azules viajando al planeta Pandora en la espectacular "Avatar" o que anheláramos aún más la libertad si cabe con el martirio de Mel Gibson en la muy heroica "Braveheart".

Para nosotros, asistentes afortunados al concierto del 4 de Octubre en la Konzerthaus, el nombre de James Horner irá ya unido para siempre a la palabra Viena y la relación no es baladí, pues el compositor californiano hunde sus raíces familiares en la vieja Europa. Pero llenó de gozo a todo un auditorio rendido a su música. El mundo de James Horner ha hecho feliz a mucha gente y Viena ha sido el bello telón de fondo para el protagonismo de sus geniales partituras.

Pero acerquémonos a Viena. La coqueta y muy limpia capital austriaca muestra el señorío de su pasado esplendoroso. Un día fue la grandiosa capital de un basto imperio que englobaba una gran porción del continente europeo, pero de la noche a la mañana, concretamente en 1918, ese imperio de 50 millones de habitantes quedó reducido a un pequeño estado de poco más de 6 millones. Viena era la tercera ciudad de Europa en número de habitantes, en cambio hoy en día no alcanza la cota que tenía al comenzar la Primera Guerra Mundial.

Desconozco si el Danubio es tan azul como se piensa, no tuve tiempo para comprobarlo, pero sí me he podido percatar de una urbe moderna, comercial, cosmopolita y abierta. Conserva muchos restos del pasado y calle por la que pisa uno escaparate que ve donde las imágenes de Mozart y de la emperatriz Sisi lo acaparan todo. Sin lugar a dudas mucho debe esta ciudad a ambos personajes.

Que Mozart pasó parte de su vida en Viena es más claro que el agua. Si transitas junto a la Ópera y no se te acerca uno a su imagen y semejanza no me lo creo. El caso de Sisi -nacida como Isabel de Baviera- tiene cierta intrahistoria: esta tía despreciaba Viena y seguramente se sentiría horrorizada si hoy en día viera su imagen en todos los escaparates habidos y por haber. Más le vale a la ciudad no compartir el sentimiento de infelicidad que la consumía. Sisi odiaba el protocolo de la Corte y por ello emprendió una huida de sí misma a lo largo de toda Europa, haciendo lo que realmente le venía en gana, y mucho dolía en los altos círculos de Viena que prefiriera Budapest y a los húngaros en lugar de a los altaneros austriacos. ¡Pobre Francisco José! Si en algo la desdichada emperatriz tenía razón es en que se olía que aquel puzzle de nacionalidades llamado Austria-Hungría tenía los días contados. Aquel imperio estaba a punto de estallar en pedazos y sólo 2 años después de la muerte del muy currante marido de Sisi, verdadero sostén de aquella potencia ya venida a menos, todo saltó por los aires llevándose consigo el régimen imperial y la pompa de los Habsburgo.

Palacio del Hofburg
Pero la Viena imperial no se esfumó, es bien visible en sus calles, en los palacios, en esas grandes avenidas que flanquean los monumentales edificios de la capital. Visitar el palacio del Hofburg es aprender un montón sobre Viena como centro de poder de la Europa de antaño. Recorrer la Ringstrasse es apreciar que Viena se ha convertido en un escaparate turístico de primer orden; y subir a alguno de sus innumerables tranvías conlleva que no sepas muy bien si te encuentras a un lado u otro del extinto Telón de Acero, al fin y al cabo Viena siempre quedó en zona de nadie como cumplidora aprendiz de un pasado tumultuoso. Tener la oportunidad de pasar una mañana en barrios tan pintorescos como Favoriten te muestra la cara étnica de Viena, la de una ciudad engrandecida por la inmigración turca y asiática donde los puestos de kebap proliferan y el olor a especias se aprecia en cada esquina del barrio.

La Viena multirracial, la Viena imperial, la Viena barroca de iglesias, conventos y palacios, la Viena de los renombrados y centenarios cafeses, todas ellas conforman las diversas caras de una misma ciudad. Marché con ganas de más Viena, algo apenado por no descubrir buena parte de lo que no me hubiera gustado perderme, porque es que Viena tiene tanto que mostrarte... La batuta de Horner mandaba -pese al lapsus de que él no subiera a dirigir ni una sola pieza- , así que no se hable más. Me llevo el atractivo de una urbe que embelesa, que siente pasión por la música y por la cultura, y que además es capaz de ganarte también por el estómago con su deliciosa repostería.

Me encuentro aún sin haber aterrizado del todo, pero me he traído el regusto de unos días extraordinarios. Parafraseando al rey francés Enrique IV, diría que Viena bien vale un concierto, y si es de James Horner os aseguro que muchísimo mejor. Mereció la espera.



jueves, 5 de septiembre de 2013

Los últimos coletazos del verano

Ya está aquí! Ya ha llegado! El R.Madrid ya tiene a su Bale, ese deseado "batman" por el que han suspirado socios y aficionados durante casi tres meses. Y por un montante -no sé si total- de 91 millones de euros (o lo que nos quieran decir). Guauuuu... creo que este país no cabe de gozo por saber si su fichaje lo merece o no. Al menos ahora tendrán que seguir inventado cosas para continuar entreteniéndonos a todos estas calurosas jornadas de verano.

Pero lo dicho, y no nos engañemos, se acaba el verano y veranillos aparte ya empieza a oler a hojas caídas mientras la actualidad no para de dejarnos titulares. Y no me refiero al inicio del curso político y a esas grandes "congregaciones" de feligreses o corderillos, muchos de ellos convenientemente bronceados en las paradisiacas playas de Cádiz o de Oropesa del Mar, y que se reúnen estos días  para calentar el panorama político mientras adulan sin capacidad de crítica alguna a su jefe de filas (sirva de inciso que al menos ya no tenemos que tragarnos el "desfile" de la "juventud obrera" de Rodiezmo, en algo hemos ganado...) Pero esa no es la noticia, y si para muchos lo es a mí me importa un comino.

En mitad del estío nos sorprendió la desgracia del accidente ferroviario de Santiago de Compostela. Algo que nunca debió haber ocurrido, pero que ha conllevado una necesaria investigación judicial para esclarecer las causas y sus responsables. Y no me digáis por qué, pero al mismo tiempo en el Congreso de los Diputados se abrió apresuradamente un gabinete de investigación con la única finalidad de sacar a relucir las responsabilidades políticas que pudiera haber. Como otras muchas veces, la política mete el morro antes que la investigación judicial. ¿Oportunismo político? Pudiera ser, pero creo que no se acierta si se piensa que sólo el gobierno de ahora es responsable de este accidente. Habría que repasar detenidamente numerosos aspectos que han podido influir en el siniestro, pero tanto unos como otros (me refiero a PP-PSOE, que han monopolizado los diversos gobiernos) han llevado una política excesivamente interesada en materia de transporte ferroviario, cerrando vías convencionales, dejando sin modernizar al más económico para el ciudadano tren tradicional para construir cientos de kilómetros de línea de alta velocidad que sólo pueden utilizar unos cuantos. Puestos a pedir responsabilidades yo también se las pediría a quienes han consentido que un medio de comunicación cómodo como es el tren se fuera a la mierda y grandes, extensas partes del territorio nacional no cuenten con medios de transporte público rápido y ajustado al siglo XXI. Como digo algunas veces, este es un país con vagones de muchas clases aventurándose al descarrilamiento definitivo. Y habrá culpables desde luego, pero es que me atrevo a asegurar de que hay muchísimos más cómplices.

Por otra parte, continuamos hablando de los "papeles de Bárcenas" y la novedad es que ya no existen los archivos originarios en los ordenadores. Es el cuento de nunca acabar y no tengo dudas de que todo quedará en papel mojado, porque en este juego de la Democracia tal y como está montado todos quieren meter la mano en el saco y tapan sus miserias con el juego del "Y tú más...". Y lo mismo digo del "caso Noos", cuyas telarañas salpican a gobiernos y cargos de manera descarada e incluso ahora parece haber certeras sospechas de que la implicación económica del monarca ha podido ser decisiva en los tejemanejes del duque y la duquesa. Que sí, que ya no se libra ni le Tato de tanta mierda...

Para acabar Siria. El uso, parece que comprobado, de armas químicas han acarreado masacres masivas de ciudadanos. La guerra civil que enfrenta al gobierno y a la oposición lleva sin interesar demasiado al resto del mundo bastante tiempo. La ONU resulta incapaz de mediar en el conflicto mientras las potencias occidentales discrepan sobre la idoneidad de una intervención militar en el país. Y hasta hoy, cuando parece que EE.UU. va a dar un paso adelante para proceder a una intervención de carácter selectivo. ¿No recuerda esto demasiado a la guerra de Irak? ¿El "príncipe de la paz" se está convirtiendo en un nuevo Bush? ¿Le ha dado un aire a Obama? El riesgo de convertir Siria en un nuevo Irak resulta evidente, pero ¿en qué medida las potencias internacionales tienen la obligación de inmiscuirse en los asuntos de un país soberano? ¿es ético dejar que siga muriendo tanta gente de manera tan febril y dolorosa mientras el resto del mundo mira para otro lado?


Son preguntas que dejo en el aire. Lo hago también para llenar un poco de espacio en este blog que tengo medio abandonado, en barbecho, mientras el verano -pese al engañoso calor de este inicio de Septiembre- amenaza con dejarnos en manos de un otoño que poco a poco se vislumbra en el horizonte.

lunes, 15 de julio de 2013

Deporte y crisis

Madrid 2020 o los anhelos de la excelencia deportiva. No hay semana que no oigamos hablar de comisiones de evaluación o presentaciones de proyecto, pero es verídico y comprobable que las autoridades parecen estar echando el resto para que Madrid siga los pasos de Barcelona 28 años después. ¿Será de esta?

El proyecto de Madrid 2020, más allá de su dudoso -o no tanto- beneficio económico, está tratando de tapar la realidad del deporte español en estos tiempos de crisis acuciante. Se quiere dar una imagen de país viable, atractivo, de gran solera olímpica y deportiva, de un país amigo que ya sabe lo que es organizar eficientemente una gran cita internacional. En definitiva, una cortina de humo tras la que se yergue la sospecha de la financiación fraudulenta por las telarañas del "caso Noos" en años precedentes o el lamentable incidente de la macrofiesta del Madrid Arena (una de las sedes del Madrid olímpico), el colmo de la desorganización y de la irresponsabilidad. Está sirviendo para que autoridades de la capital y de organismos estatales "encarezcan el producto" con esa retahíla de recepciones, viajes y dietas, bajo la compañía siempre estimable de aquellos viejos deportistas metidos a políticos de turno y de beneficio.

España no está para fastos. Porque mientras se quiere dar esa imagen impoluta los cimientos se desmoronan. Mismamente esta semana se ha anunciado el cese de actividad de uno de los gigantes de nuestro balonmano, el Atlético de Madrid. Una liga unicolor espera mientras los humildes deben hacer encaje de bolillos para seguir adelante ante una ASOBAL sedienta de nuevos réditos para tapar su  suma incompetencia. El Atlético es uno más que pasará al olvido, lo mismo que lleva ocurriendo en otros deportes desde hace ya unos cuantos años. Se acabaron los patrocinios, los dineros públicos han quedado muy mermados y una gestión desternillante acabó con el deporte de élite.

Más grave es, si cabe, lo relacionado con los deportes "minoritarios", sobre todo con aquellos que tienen un carácter más individual o de sacrificio. El caso del atletismo es sintomático: menos becas, muchos cargos federativos ventajosos pero pocos resultados y con la sombra del dopaje acechando con fuerza en cada competición. Ya incluso trasciende que las federaciones no tienen un duro para que viajen los deportistas o que hay que reducir el número de preparadores/entrenadores. Pero si te llevas una medalla no te faltará nadie quien quiera hacerse la foto contigo, eso por descontado...

El dinero llama a dinero. Los casos de Alonso o de Nadal no deben servir para negar lo evidente. Estos deportistas, muy buenos en lo suyo, ostentan patrocinios personalizados y un eco mediático que les hace estar en otra realidad. Y el fútbol, por supuesto, es un mundo aparte. Una pirámide donde el F.C. Barcelona y el Real Madrid encarecen el mercado a mansalva. Es una dictadura que se agudiza con los años. Millones y millones de euros a disposición de dos entidades que dan solera pero destruyen, bajo la tácita complicidad de los organismos federativos y de las autoridades políticas, el fútbol profesional y por ende todos esos deportes menores que ya no tienen apenas hueco en periódicos y cadenas de radio o televisión. No trato de culparlos de la crisis que se cierne sobre nuestro deporte, pero su exceso de protagonismo está sirviendo para que la cosa ya no funcione y cada vez contrasten más las luces y las sombras del deporte español.

Este verano parece ser un verdadero baile de ascendidos "sin ascenso", de puja de plazas, de descensos administrativos, etc etc en casi todos los deportes de equipo. La estabilidad económica ya vale más que la competición propiamente dicha. Tantas alegrías y tantos llantos al final de temporada ya prácticamente no sirven para nada, así que convendría recordarlo en tiempos venideros cuando se reparta el bacalao allá por el mes de Mayo.

Los éxitos de la selección de fútbol o la euforia desatada de un Madrid-Barça -o a la inversa- no deben impedirnos ver el bosque, porque esto cada vez se parece más a la burbuja inmobiliaria, a algo que se ha estado incubando durante años y que ahora ha encontrado el caldo de cultivo ideal para saltar por los aires. Los deportes de equipo (el fútbol de manera especial) han vivido por encima de sus posibilidades, con presupuestos irreales, fichas desorbitadas y otras historias para más orgullo de media España. Ahora sólo queda reorganizarse, aunque claro, con eso de que le fútbol es el deporte rey siempre habrá casos para hacer la vista gorda en temas de Hacienda o de Seguridad Social. Y por añadidura, a los políticos españoles les interesa que el club de su ciudad o de su región subsista, como buen canalizador de suculentos votos en este permanente estado electoral en el que vivimos actualmente.

La solución se logrará si sabemos aprender de los errores del pasado pero sin consignas previas. O todos o ninguno, porque si no la imagen de nuestro deporte seguirá estando permanentemente desenfocada. Madrid 2020 es como el AVE, siempre estamos dispuestos a los altos vuelos mientras el suelo está cada vez más lleno de maleza. Nuestro deporte está herido de muerte y pienso que se otorgue a Madrid los Juegos Olímpicos no evita que sea absolutamente necesario modificar el sistema de gestión del deporte de competición, su financiación, su regulación, o esa gran pirámide acabará totalmente derruida por los sueños de grandeza de no pocos iluminados.

lunes, 15 de abril de 2013

Tardes de gloria y transistor

Hace poco tuve la ocasión de leer en la prensa que un exjugador de fútbol, un tal Crescencio Cuéllar, trataba de vender la camiseta con la que metió el gol del primer ascenso del Mérida a Primera allá por 1995.  Trataba con esto de paliar su desagradable situación económica al encontrarse en bancarrota.
...Y aquí acaba una anécdota que tiene un principio.

Año 1994. Aranda de Duero. Se cierran las puertas del verano y atrás quedan los ecos del Mundial de EE.UU.  que ganó Brasil. Para ser sincero, me interesaba bastante poco aquello del fútbol, tanto verlo como jugarlo (no se me daba bien), pero la gente con la que iba sí era futbolera y también echábamos emocionantes partidas al futbolín en bares que los domingos ponían el Plus.

Es verdad que yo era una pizca -pero sólo una pizca- merengón y como a falta de Real Burgos buenas son tortas surgió así como de la nada un cierto aprecio a determinados clubes modestos y muy especialmente a uno de la Segunda División: el C.P. Mérida.

De la simpatía inicial partió la afición y, aunque no se me había perdido nada ni nadie a orillas del Guadiana, todos los domingos estaba expectante por oír sus resultados en los programas deportivos de la radio (todos sabemos que aquello de la tv a la carta vino después, eran otros tiempos). El caso es que igual fui talismán, creo humildemente que sí (risas), pero el conjunto blanquinegro cogió el impulso de un cohete y, tras proclamarse "campeón de invierno", una segunda vuelta espectacular le dió el campeonato, obteniendo por lo tanto un ascenso histórico en el campo de Ipurúa de Eibar (0-1, gol del susodicho Cuéllar). Era el 27 de Mayo de 1995 y tres jornadas antes de acabar la competición Extremadura ya podía presumir de tener representación en la máxima categoría.

Bajo la paciente batuta de Sergio Kresic el Mérida fue un equipo defensivamente impecable (sólo encajó 19 goles en toda la temporada) y además contaba con dos estiletes ofensivos muy notables: Juanma Prieto (luego del Celta y máximo goleador en la hª del club romano) y el paraguayo Miguel Ángel Benítez (cedido por le Atlético de los Gil en el mercado invernal). Acabé superenganchado a aquel humilde equipo de sobrio juego y rapidez en ataque, lo hice propio y al llegar el verano envié una animosa carta de felicitación al club por el ascenso, de la cual obtuve su correspondiente respuesta, por supuesto. Y como buen aficionado pecholata no veía con muy buenos ojos que al año siguiente el C.F. Extremadura de la vecina Almendralejo siguiera los pasos de mi equipo (por aquello de subir a Primera División).

Hasta aquel entonces el Mérida era un equipo con raíces y estructura de Segunda, donde competía desde la 91/92. En esa primera temporada su juego vistoso y ofensivo fue la impronta que trataba de sellar el mítico Juanito en su primera experiencia en un banquillo. Pero su fallecimiento en un accidente de coche dejó huérfano al equipo emeritense, que aún así acabó haciendo una muy buena temporada.  Las dos siguientes  dejaron al club pronto sin aspiraciones, siempre en tierra de nadie, pero la temporada 94/95 sirvió para destapar el tarro de las esencias extremeñas.



Todo estaba listo para el debut histórico en la máxima categoría. Se remodeló completamente el estadio (el Estadio Romano), se hicieron muchos fichajes -tanto de trayectoria contrastada como jóvenes promesas- pero tras un sorprendente comienzo con empate en el Camp Nou incluído los blanquinegros  se vieron obligados a luchar por no descender en aquella novedosa Liga de 22. La fortuna no acompañó, seguro, como en aquel partido en casa ante el líder Atlco. de Madrid, cuando un gol de Kiko cercenó los méritos de al menos haber puntuado ante el eficaz equipo rojiblanco que sufrió durante todo el partido. El fichaje más carismático de ese año fue Manolo, que había sido pichichi en la Liga 91/92 precisamente con el equipo de Gil, pero el jugador extremeño más destacado de la última década tuvo una grave lesión que le impidió iniciar la temporada y le acabaría jubilando del mundo del fútbol. También recuerdo como dolorosa la celebración del gol del ya españolista Miguel Ángel Benitez, que no se cortó un pelo ante la afición que lo había idolatrado en aquel Mérida-Español que acabó con victoria catalana. La estrella del año del ascenso se había convertido en incómodo visitante para la afición pecholata.

De esta manera el Mérida acabó por acompañar al Salamanca a Segunda División. Tocaba planificar el retorno. Pese al gran arranque, una pequeña pájara conllevó la destitución de Kresic mediada la temporada, pero el equipo -dirigido ahora por D'Alessandro- se recompuso y se alzó de nuevo con el título de campeón de Segunda División. Se abrían otra vez las puertas de la Liga de las Estrellas y para ello se confeccionó una plantilla experta (Biagini, el Mono Navarro Montoya, Sabas, Radchenko, Leo Franco, Pablo Alfaro...); pero varios fichajes no funcionaron y el equipo acabó otra vez descendiendo de categoría por sólo un punto de diferencia. Otra oportunidad perdida, ¿sería la última?


La 98/99 no fue buena. Un mal arranque y un anodino final nunca dejaron vislumbrar las luces de la Primera División. Fue otra decepción. La temporada siguiente fue claramente de menos a más y de la mano de Juan Señor un final de liga arrollador permitió al equipo llegar al final con una mínima posibilidad de ascenso. Además, una vibrante eliminatoria de cuartos en la Copa ante el Real Madrid, al que tuvo contra las cuerdas, acabaría por quedar en el recuerdo de los aficionados como el último gran episodio de un club que el año pasado hubiera celebrado su centenario.

Porque todo quedaría en eso, en el recuerdo. En agosto del año 2000 se confirmaron los malos augurios. Las deudas acumuladas y los denuncias por impago a los jugadores conllevaron la decisión administrativa de liquidación del club. Igual se había vivido durante años por encima de las posibilidades reales, pero fue doloroso comprobarlo sólo dos años después de haber saboreado las mieles de Primera. ¿De qué sirvió fabricar  sueños para después recoger frustraciones?

Su equipo filial cogió el relevo del conjunto blanquinegro, pero el nuevo Mérida U.D. ha tenido un auténtico carrusel de problemas económicos (tanto en Tercera como en Segunda B) y compite en la Tercera extremeña sabedor de que al finalizar esta campaña se disolverá por mandato judicial al no poder hacer frente a las deudas contraídas estos últimos años.

Igual en la vieja Emérita Augusta puedan aún hoy oírse los ecos de aquellas tardes que hicieron historia en los 90, y de verdad que tengo ganas de comprobarlo; sin duda sirve de buena excusa para acercarse a una Extremadura que añora los viejos laureles de la gloria futbolística. Así que por mi parte, MUCHAS GRACIAS por hacer vibrar a aquel chaval de instituto y por hacerme sentir partícipe de un éxito que fue efímero pero que espero no tarde mucho en volver a repetirse sin los mismos errores.

Ha pasado mucho tiempo de todo aquello pero tengo el firme convencimiento de que hoy ya no disfruto tanto del fútbol como lo hacía antes, me da muchas veces igual uno que otro, apenas me identifico con ningún equipo y con ninguna afición. Puede ser que en el infortunio un club también se haga grande aunque siempre sea doloroso pensarlo y Mérida en ello ciertamente se ha llevado su parte. Ahora bien, ¿quien dijo aquello de que todos teníamos que ser del Barça o del Madrid? Yo desde luego no.


sábado, 23 de febrero de 2013

Los Oscar 2013: predicciones

Y tras los Goya (ay los Goya!)... los Oscar. Un año más vuelve todo el glamour de Hollywood y en esta ocasión parece que la cosecha de cine ha sido óptima. Caras nuevas se unen a viejas glorias que están de vuelta en esto de los premios, como Sally Field o Robert De Niro, pero es que también tenemos a aquellos que casi nunca faltan como Steven Spielberg y su fiel acompañante musical John Williams o el caso del solicitadísimo George Clooney, aunque esta vez sólo como productor. 

Finalmente son 9 las películas nominadas en la categoría principal. Entre ellas destacan un drama sobre la historia de Estados Unidos, un western sangriento, cine de etiqueta europeo o la adaptación cinematográfica de un musical de muchísimo éxito. Todo se puede discutir, pero ya se sabe como es esto de los premios, que funciona en base a promociones, lobbys y recomendaciones. Lo que se premia no tiene que ser necesariamente lo mejor del año y para confirmarlo no hay más que echar mano de hemeroteca y ver que en los últimos 10 años las pelis triunfadoras probablemente no pasarán a la historia del cine.

Así es Hollywood, pero no impartir justicia parece formar parte también de su magnetismo. En todo caso, y  con ello me centro, este año parece haber una gran igualdad porque no hay una gran favorita: "Argo", "Los miserables", "Lincoln" o "El lado bueno de las cosas" parecen dividir los votos casi por igual. Sin haberlo visto todo, aquí cuelgo mi predicción para la gala de este domingo. ¿Haré pleno?


MEJOR PELÍCULA
- Argo.               OSCAR
- Lincoln.              
- Bestias del sur salvaje.
- Django desencadenado.
- Amor.
- El lado bueno de las cosas.
- La noche más oscura.
- La vida de Pi.
- Los miserables.
   *Argo parece llegar con cierta ventaja, pese a la sorpresa que supone no tener a su director nominado. Su bagaje previo en la carrera le otorga el favoritismo ante una Lincoln que ha perdido fuelle. El lado bueno de las cosas es una rival seria por la influencia de sus productores (los Wenstein), capaces de hacer verdaderos malabarismos para conseguir su propósito. Como Los Miserables parece dividir, este año pienso que será el de Argo si nadie lo remedia. Una buena ganadora.

MEJOR DIRECTOR
- Michael Haneke. (Amor)
- David O.Russell (El lado bueno de las cosas)      OSCAR
- Steven Spielberg (Lincoln)                
- Ang Lee (La vida de Pi)
- Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje)
   *Haber dejado fuera a Ben Affleck ha abierto mucho el panorama de candidatos. Si Argo se hace con la victoria en la categoría reina este año el premio de director no irá de la mano con el de mejor film. Así que Spielberg puede repetir tras Salvar al soldado Ryan o bien concedérselo a un director todoterreno como Ang Lee. Ojo a David O. Russell si los académicos acaban valorando mucho su acierto en la dirección de actores. Categoría sin favorito claro.

MEJOR ACTOR PRINCIPAL
- Joaquin Phoenix (The master)
- Bradley Cooper (El lado bueno de las cosas)
- Denzel Washington (El vuelo)
- Daniel Day-Lewis (Lincoln)                      OSCAR
- Hugh Jackman (Los miserables)
   *Hasta el año pasado parecía un acto de extrema generosidad conceder un 3er oscar a un mismo actor. Lo consiguió finalmente Meryl Streep y este año le ocurrirá lo mimo a Day-Lewis salvo sorpresa mayúscula. Al británico se le dan bien los premios y pese a una carrera muy selectiva ya va a la caza de su tercera estatuílla. Yo preferiría que se lo dieran a Joaquin Phoenix, pero éste tampoco parece ir rezando por ahí para que se lo den, ni mucho menos. Pese a todo, un quinteto bastante sólido el de este año.

MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL
Jennifer Lawrence (El lado bueno de las cosas)                OSCAR
- Emmanuelle Riva (Amor)
- Jessica Chastain (La noche más oscura)
- Naomi Watts (Lo imposible)
- Quvenzhané Wallis (Bestias del sur salvaje)
   *Hollywood parece haberse quedado prendado de Jennifer Lawrence y su gran interpretación de joven viuda asocial en El lado bueno de las cosas muy probablemente le dará el oscar. Frente a ella una Jessica Chastain que va a más y la relativa sorpresa de Naomi Watts por una peli española; sería el colmo que la rubia ganara el oscar después de haber sido apeada en los Goya por una Maribel Verdú que cae muy bien aquí. No deberíamos perder de vista a la muy veterana actriz francesa Emmanuelle Riva, ganadora del Bafta este año, pero veo poco probable que quieran premiar de nuevo otra interpretación en francés. Apuesto por la primera del quinteto.

MEJOR ACTOR DE REPARTO
- Robert de Niro (El lado bueno de las cosas)                OSCAR
- Tommy Lee Jones (Lincoln)
- Philip Seymour Hoffman (The master)
- Christoph Waltz (Django desencadenado)
- Alan Arkin (Argo)
   *The master ha sido bastante olvidada en las nominaciones, pero cuenta con 3 actores que optan a premio. Pese a ello, creo que Philip Seymour Hoffman se quedará sin un premio al que parecía destinado no hace tanto. Tommy Lee Jones es una buena opción pero últimamente suena mucho el nombre de De Niro, que está bastante bien en su película pero al que le puede quedar grande el oscar después de 15 años de flojera. Me mojo y podría ser la sorpresa de la noche.

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
- Helen Hunt (Las sesiones)
- Sally Field (Lincoln)
- Amy Adams (The master)
- Anne Hathaway (Los miserables)                  OSCAR       
- Jacki Weaver (El lado bueno de las cosas)
   *La clara favorita es la actriz de Los miserables, que aprovecha sobradamente sus pocos minutos en pantalla para dejar impronta con una interpretación muy desgarrada. Además de cantar bien tiene una gran  química con Hugh Jackman en las escenas que comparten. Una joven estrella que no dejará pasar la ocasión para llevarse el galardón pese al comeback de Helen Hunt -sorprendente única candidatura de la película- o de Sally Field, que no son para nada comparsas en esta categoría. Aquí no habrá cabida a la sorpresa.

MEJOR GUIÓN ORIGINAL
- El vuelo (John Gatins)
- La noche más oscura (Mark Boal)
- Moonrise kingdom (Wes Anderson y Roman Coppola)
- Quentin Tarantino (Django desencadenado)
- Michael Haneke (Amor)                       OSCAR
   *Es frecuente que directores de prestigio ganen el oscar por un guión propio (Almodóvar, por ejemplo). Categoría perfecta para que Haneke no marche de vacío.

MEJOR GUIÓN ADAPTADO
- La vida de Pi (David Magee)
- David O. Russell (El lado bueno de las cosas)
- Lincoln (Tony Kushner)
- Bestias del sur salvaje (Lucy Alibar y Benh Zeitlin)
- Argo (Chris Terrio)                   OSCAR
   *Si la noche es de Argo el mejor guión también será suyo. La mayor amenaza es el guión de Lincoln pero  la cinta de Spielberg ha llegado algo justa en sus opciones.

MEJOR BANDA SONORA
- Anna Karenina (Darío Marianelli)
- Argo (Alexandre Desplat)
- La vida de Pi (Mychael Danna)         OSCAR
- Skyfall (Thomas Newman)
- Lincoln (John Williams)
   *Manda narices que de toda la saga de James Bond la primera nominación en esta categoría no sea ni para John Barry -que en paz descanse- ni para David Arnold. Ha sido un compositor norteamericano, Thomas Newman, quien se ha llevado ese honor gracias sobre todo al gran recibimiento de crítica y público que ha tenido esta última entrega. Pero el oscar, siempre imprevisible, debería estar entre Argo y La vida de Pi. Apuesto por la segunda, por lo que otro año más el hiperactivo Desplat se quedará sentado en su butaca.







miércoles, 30 de enero de 2013

A Don Francisco se le ve el plumero

Puede ser que leer el titular de esta entrada lleve a engaño, pero si aguantas toda la parrafada que ando dispuesto a echar es probable que cobre para ti todo el significado.

Don Francisco es D.Francisco de Goya, eminente pintor de la corte de Carlos IV que ha dado nombre a los  galardones que la Academia de Cine otorga todos los años por estas fechas. Los conocidos como "cabezones" sirven para premiar a las producciones españolas más destacadas, a aquellas películas que se consideran mejores o las más destacadas del cine patrio.

¿Lo vamos pillando, verdad? Desde hace ya algunos años la gala que todos podemos ver -o evitar- por tv trata de emular a la que se celebra para la entrega de los Oscar allá en Los Ángeles. Siempre se elige un presentador tipo "showman" (o presentadora, que nadie se me moleste) y entre premio y premio se suceden coreografías (igual es mucho llamarlas así...), monólogos y vídeos o entradillas, sin olvidarnos de algún que otro discurso reivindicativo para que el representante del Gobierno de turno, sobre todo cuando gobierna la derecha, se incomode en su butaca y ponga una falsa sonrisa de perplejidad. Por no faltar no falta ni la famosa alfombra, que no sé ahora si es verde o roja, pero por la que desfilan guapas, guapetes y también gente que nada tiene que ver con el mundo del cine pero que vive de "dejarse ver", otro de los "oficios" que cada vez cuenta con mayor oferta y mayor demanda en nuestro país, o sea un chollo...

Pues bien, este año hay cuatro  películas que lo acaparan todo y, de entre ellas, parece que la "Blancanieves" muda y en blanco y negro tiene casi todas las papeletas para salir por la puerta grande. Una buena película, sin duda, y lo dice una persona poco aficionada al cine español al que considero un tanto maniqueo y muy repetitivo. A esta cinta la veo unas cuantas virtudes, pero hay algo que me molesta y que ya atisbo desde que empezó el otoño: "Lo imposible", esa gran historia de supervivencia que recrea el  tsunami de Tailandia, va a recibir -siguiendo con términos taurinos- una gran estocada. Sigue leyendo y me explico mejor.

La cinta de J.A.Bayona es espectacular en lo visual, algo que nunca se ha llegado a rodar con euros españoles. Probablemente la historia pueda resultar algo simple y su tratamiento por momentos algo forzado; puede ser, pero ver en pantalla grande su primera media hora es alucinante. La película funciona, Bayona demuestra haber aprendido mucho de los cineastas americanos de su niñez y cuenta por lo menos con dos muy buenas interpretaciones. El exitazo de taquilla a nivel nacional parece haber tenido continuidad en el mercado anglosajón y prueba de ello es que la gran interpretación de Naomi Watts ha conseguido una trabajada nominación a los Oscar.

Pero en España la Academia ya tiene este año un guión: va a priorizar la agria visión de la España torera de los años 20 que hace "Blancanieves" porque aunque ambas películas sean made in Spain para los académicos "Lo imposible" es un producto algo ajeno (eso sí, salvo si tratan de vanagloriarse de la gran taquilla del cine español a lo largo del 2012, que lo debe sobre todo a la gran campaña promocional de "Lo imposible").

Con todo esto, ¿qué es lo que trato de decir? Pues muy fácil: que aquí somos más papistas que el Papa y nos encanta que a los nuestros (llámense Trueba, Penélope, Bardem, Almodóvar o Alberto Iglesias) les otorguen premios y elogios en el extranjero pero ¡quieto parao!, ¡que aquí premiamos a los de aquí! Así que pobre Naomi, si acaso me estás leyendo, piensas acercarte por aquí y estás mirando un vestidito para lucirte no prepares el papelito por Dios porque Maribel Verdú -que está muy bien en "Blancanieves" pero no deja de ser un personaje secundario- te va a dejar con las ganas (si es que acaso el cabezón te interesa para decorar una estantería de tu casa). Y es que no hay más que ver las nominaciones; se ha hecho encaje de bolillos para que to quisqui que sale en "Blancanieves" tenga su nominación. Y por supuesto, da lo mismo que la sra. Watts haya recibido críticas entusiastas por todo el mundo, que aquí la Verdú cae de maravilla y punto. En cualquier caso, ya se abrió la veda con el no-Goya para la Nicole Kidman de "Los otros", así que ahora con más razón si cabe.

Así que me huelo un nuevo "Ágora" pero 3 años después. De todos modos, ¿qué importancia tiene? Sólo trato de retratar otro más de los clichés que tiene el cine español, en el que no funciona la distribución de películas, la calidad de las cintas, las ideas, los guiones, etc, y sobra además su aparición esporádica como azote político o como panfleto que quiere darnos una idea algo sesgada de la realidad o del pasado. Hablo de que dentro hay demasiados orgullos, amiguismos y una línea oficial que no premia el buen cine. Y también de que a la hora de valorar y reconocer el trabajo de los propios compañeros del gremio ni para eso sirve la Academia de Cine, que este año -otro más- ha demostrado que ni siquiera se ve las distintas producciones para valorarlas y después efectuar las nominaciones, lo cual es grave...

Que cada aficionado saque sus propias conclusiones, pero en lo que a mí respecta el cuento de este año ya me lo han contado otras veces. Después, que no se quejen si la gente no ve cine español -o al menos el que quieren que nos traguemos-. Será por algo. 



viernes, 4 de enero de 2013

Remates a un "gran" 2012

Hace la tira que no escribo aquí. A veces o bien no tengo ganas de explayarme o más comúnmente no sé qué contar para "aburrir" al personal. En cualquier caso, ¡ya era hora!

En las últimas semanas me ha llamado la atención la nueva masacre escolar en Estados Unidos, en la más liberal Costa Este. Aquí en Europa se antoja como algo sumamente terrible. Y lo es, sólo que no somos capaces de imaginar la frecuencia conque estas noticias se producen en la mayor economía del mundo.
La tenencia de armas en EE.UU. es de una beligerancia pasmosa. Poder comprar un arma de fuego es algo sencillo y además su uso es frecuente. Pero lo lamentable de la situación es que para poder hacerte con una no te piden ningún tipo de antecedentes penales ni ningún certificado médico que atestigüe que tu cabeza rige correctamente. Por lo tanto, no sorprende comprobar la ingente cantidad de armas que se guarda en los roperos y baúles de las casas norteamericanas, siempre esperando la ocasión perfecta para entrar en acción.
Entiendo que este tema es algo más cultural que otra cosa. Enlaza con las raíces del pueblo estadounidense de buscar la autodefensa, pues EE.UU. es una nación que se creó a costa de ganar tierras a lo pueblos nativos allá por el siglo XIX. Y también tiene que ver con el hecho de que buena parte de la población hoy en día vive en zonas deshabitadas donde las largas distancias siempre son un valor en contra a la hora de garantizar la seguridad de numerosísimas familias. Es algo que hemos visto muchas veces en el cine, donde se refleja bien que la sociedad norteamericana no confía en sus organismos de seguridad, por lo que tener una pistola a mano nunca está de más...
Pero, ¿cómo acabar con masacres indiscriminadas como ésta? ¿Cómo es posible que cualquier individuo con mayores o menores problemas psicológicos pueda segar fácilmente la vida de tanta gente? La solución pasa por los políticos y por el hecho de que demócratas y republicanos se pongan manos a la obra y no escatimen en medios para que EE.UU. sea un país más seguro. Pero mal hace un Estado de Derecho si no encuentra la manera para poder salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y me temo que no es por dinero sino por cierta falta de voluntad.
En este meollo hay dos frenos con cierto peso. Por un lado la industria armamentista que está haciendo el agosto con esta situación. Digamos que hay verdaderos intereses económicos de mucho peso porque es una industria que surte de material a los ejércitos, una industria que nunca tiene crisis. Por otro lado tenemos el lobby de la Asociación Nacional del rifle o como quiera que se llame. Para este grupo un arma te hace fuerte, es el símbolo del buen patriota americano; es una asociación que sirve para mantener los postulados del Partido Republicano y además apadrinado por gente conocida o de gran peso económico.
En nada quedarán los discursos y homenajes si de inmediato no se ponen barreras legales a la tenencia y comercialización de este tipo de armas. Es lamentable que las autoridades puedan pasar por alto que la misma historia se repita una y otra vez. Es muy fácil mirar para otro lado, pero el poso "cultural" ya digo que actúa como un acicate. Además, el ambiente paranoico que se vive en EE.UU. desde hace más de una década no ayuda demasiado y estos últimos días hemos oído en las noticias que cuando sucede un caso tan destacado se incrementa, aún más si cabe, la compra de este tipo de armas. Lo cierto es que este asunto poca solución le veo.

Luego en tierra hispana no paran de sucederse nuevas informaciones sobre la macrofiesta del Madrid Arena.   Lo que empezó como un gran y masivo espectáculo acabó con 5 chicas fallecidas. ¿Alguien confía todavía en la Justicia para que los culpables de la tragedia paguen por su negligencia? Me parece ya que pocos...
Cada día aparecen nuevos testimonios o nuevos datos que acrecientan la bochornosa desfachatez de quienes gobiernan. Lo del teleoperador ya fué el colmo: qué desidia, qué falta de profesionalidad. Pero los verdaderos responsables seguirán encontrando cabezas de turco para que todo quede otra vez... EN NADA.


Muy mal por el empresario, ansioso de hacer dinero a costa de llevarse vidas por levente (¡como si le importaran mucho!) y también muy mal por las autoridades de la ciudad de Madrid pues creo que no hace falta recordar que el recinto era público (me da igual que la fiesta fuera privada) y que es el propio Ayuntamiento quien debe garantizar la seguridad del recinto y de sus exteriores. Para rematar parece que tan lujosa instalación destinada un día (quien sabe cuando) a ser parte del Madrid olímpico no cumplía con las pertinentes licencias. Es muy fácil tirar balones fuera, pero de momento están consiguiendo que los culpables anden lejos de pagarlo.

Madrid será muy moderna y todo lo que queráis, pero este asunto es propio de una república bananera. Una falta de coordinación y también de responsabilidad política propia de los tiempos en que vivimos.

Feliz 2013! Y sed buenos pero no tontos!