lunes, 21 de enero de 2019

El mejor cine del 2018


2018 ya expiró y para mi gusto no ha dejado una gran cosecha de cine. Claro que esta aseveración la ciño en exclusiva a ese manojo de películas que he podido ver en sala de enero a diciembre. Desgranemos lo que a mi juicio considero más destacado.



7. LAS ESTRELLAS DE CINE NO MUEREN EN LIVERPOOL, de Paul McGuigan.
Drama romántico de toque british para mayor gloria de la improbable pareja formada por Annette Bening y Jamie Bell (sí, el niño de la sensacional "Billy Elliot"). Porque es cierto, si algo destaca en esta pequeña película son sus interpretaciones, sobre todo la de la esposa de Warren Beatty y su partenaire. La química funciona, aunque de ella ya esperábamos una interpretación tan bien equilibrada entre lo dramático y lo seductor. No sirvió para darle a Annette una nominación -merecida, quizás- pero el film funciona y tiene cierto encanto. Se está poniendo de moda eso de rescatar las vivencias de las estrellas del Hollywood clásico, aunque en esta ocasión igual nos quedemos con ganas de saber más de esa Gloria Grahame que vive su ocaso en la ciudad de Liverpool.




6. EL AUTOR, de Manuel Martín Cuenca.
Se hace también buen cine en España, no hay duda. Lejos han quedado las películas recurrentes sobre la Guerra Civil; ahora se apuesta por el thriller y las argumentos psicológicamente complejos (me viene a la cabeza "La isla mínima", sin ir más lejos) que estilan calidad, más propia del cine de otros hemisferios.
El caso de "El autor" es de una gran valentía. Lo que empieza siendo la narración de la vida diaria de un solitario escritor de novelas acaba por convertirse en un relato turbio y paranoico. Una película sobre la manipulación y la amoralidad cuyo desarrollo atrapa pese al error de casting que supone María León (¡menos mal que sale poco!). Javier Gutiérrez compone una interpretación sobria y creíble con muy pocos recursos. Un Goya merecidísimo el suyo.




5. TULLY, de Jason Reitman.
En el 2012 nos llegó aquella pequeña joya titulada "Young adult", en la cual Charlize Theron se desprendía de todo su glamour para interpretar a una mujer que no había superado la etapa de icono estudiantil. Seis años después se reúne de nuevo con Jason Reitman y la guionista Diablo Cody para relatarnos el día a día de una madre de tres hijos que vive en un permanente estado de excitación por la carga de trabajo que eso conlleva y la falta de horas de sueño.
"Tully" es el reverso de "Young adult" y Marlo solo quiere agarrarse como un clavo ardiendo al recuerdo de su pasado de soltería. Una película metafórica que brilla como su predecesora por una Charlize que, cuando elige bien, es una de las mejores actrices del Universo. Que nadie recuerde su gran trabajo habla muy mal del tejemaneje que suponen los Oscar. Y que la misma Theron, Reitman y Cody vuelvan a reunirse es una de las mejores cosas que le pueden pasar al cine en la actualidad.




4. CAMPEONES, de Javier Fesser.
El autor de "Camino" no solo ha dado en la diana del espectador con "Campeones", sino también en la de la crítica (pocas veces coincidentes) con esta película deliciosamente divertida. Su primera media hora es desternillante e ingeniosa y, a medida que el drama gana peso, se convierte en una imprescindible del cine español estrenado en el 2018. Otro papel que borda Javier Gutiérrez con pasmosa naturalidad y no caer en los estereotipos del cine lacrimógeno cuando de gente discapacitada se trata es su mejor baza, como aquella escena de la canasta final tan bien ideada. En el haber de Fesser está saber equilibrar las ínfulas de emoción, comedia y drama en todo su metraje. ¿La ganadora de los Goya? Bueno, ya veremos... no siempre lo más importante es ganar.




3. TODOS LO SABEN, de Asghar Farhadi.
Podía haber salido cualquier cosa: un director de prestigio iraní, un casting español de relumbrón (demasiadas estrellas del cine patrio), una localización excesivamente cañí... Pero no, "Todos lo saben" es un drama rural de la España seca que funciona. Y rodado en castellano, por supuesto. El director deja hacer a su plantel de actores, incluso mete a Darín porque ya forma parte del cine de aquí aunque sea en un papelito corto... Tras ubicar bien la trama y a cada personaje, el argumento gana en intensidad beneficiándose sobre todo de la gran labor que desarrolla Javier Bardem. Él y Penélope no estaban de paso y "Todos lo saben" supone la recuperación del drama rural que tan buenos resultados dio en tiempos pasados. Cine pausado bien labrado en el que cada personaje parece guardarse algo.




2. YO, TONYA, de Craig Gillespie.
Algo de ruido hizo en los últimos oscar, pero no el suficiente. La historia de la patinadora Tonya Harding es una de las mejores películas estrenadas en el 2018 y ello le debe mucho a Margot Robbie, que supo elegir el proyecto adecuado para que el mundo la vea como una actriz a tener en cuenta. No es un biopic al uso, lleno de saltos en el tiempo, con entrevistas como -felices- catalizadores del argumento, con buena música y una pizca de sentido del humor macabro. Todos ellos son aciertos, al querer alejarse de lo clásico y tradicional. Un "Cisne negro" del patinaje que a la vez es una peli de matones a sueldo donde quedan retratados, para mal, el mundillo de las competiciones deportivas y  esos padres que solo conciben ver ganar a sus hijos. El sueño americano que estalla en pedazos tras un affaire que alteró al deporte de alta competición. Interpretaciones, guion y dirección a un muy buen nivel. Y mejor verla en versión original, desde luego.




1. CALL ME BY YOUR NAME, de Luca Guadagnino.
Ni "Tres anuncios en las afueras", ni "La forma del agua", ni "Hereditary" ni "Ha nacido una estrella". A los puntos puedo considerar "Call Me By Your Name" la mejor película que pude ver el año pasado. Excelente guión y muy buenas interpretaciones por parte de Timothée Chalamet -revelación- y Armie Hammer. Guadagnino compone un lienzo a la italiana, el del verano del 83 donde las cosas fluyen como esos arroyos que bajan susurrantes de los Alpes. La pausa, las miradas y los silencios contribuyen a que en una película donde al principio no parece pasar nada acabe por suceder algo grande e importante, sobre todo para la vida de Elio en el verano que cambiará su vida. No conviene contar mucho más; solo diré que el último plano de esta fascinante película es uno de los mejores que se han rodado en el cine reciente. El triunfo de la sutileza y la sencillez en una cinta cocinada a fuego lento que, en su último acto, logra dejarte completamente rendido. Habrá que estar atentos a la curiosa "secuela" que ya se prepara.