domingo, 16 de octubre de 2011

Los sueños marchitos

En 2008 Sam Mendes, el director de la muy premiada "American beauty", se puso de nuevo tras las cámaras para reunir a la pareja enamorada de "Titanic". En esta ocasión no iba a contarnos una historia romántica con final trágico capaz de reventar las taquillas y enternecer el corazón de los espectadores, eso nunca... Con "Revolutionary Road" trató de diseccionar la sociedad norteamericana de los años 50 para hablar de cosas que a veces no nos gusta oír, sobre todo por aquellas latitudes. El resultado: un estrepitoso fracaso de taquilla y, pese a las buenas críticas generales, un batacazo imprevisible en las nominaciones a los Oscar aun contando con un trabajo descomunal de Kate Winslet y Leo DiCaprio.

(Te ruego no sigas leyendo si tienes interés en verla)

No trato de hacer aquí un artículo sobre "Revolutionary Road", una gran película a mi entender, punzante, descarnada, que habla de cosas tan presentes ahora como en la época en la que se ambienta. Pretendo en cambio hablar de los sueños, de esas expectativas que nos ponemos (y que nos imponen) cuando somos pequeños y cuya no consecución provoca la frustración y el desencanto. En el film, April Wheeler (Winslet) es una mujer soñadora incapaz de adaptarse a su nueva realidad de ama de casa y criadora de sus hijos. Su frustración la aliena y la convierte en una mujer algo egoísta y casi invisible para su marido. Por su parte, Frank Wheeler (DiCaprio) es su esposo, un hombre sin ambiciones que prefiere conformarse con lo que tiene y que ni siquiera posee el valor suficiente para decir la verdad. Pero, ¿qué les ha llevado a esa situación? A ojos de la sociedad es una pareja de éxito, pero su relación está envenenada desde el principio. Dos personajes a cual más antipático pero totalmente complementarios y con los cuales no es difícil identificarse aunque sea tan sólo por un momento.

Creo que al llegar a la treintena uno empieza a cuestionarse todo eso, si LO QUE ERES corresponde con LO QUE ESPERABAS SER. Con frecuencia, como en la película, la sociedad impone sus paradigmas porque nos dice qué es lo que tenemos que ser y cómo debemos actuar. Probablemente "lo normal" sea comprar un piso, casarse, tener hijos y asentar la cabeza aunque tu trabajo no sea el mejor del mundo. Arriesgarlo todo por cumplir un sueño no es lo habitual e incluso tiende a estar mal visto. Pero el problema de fondo estriba precisamente en qué ocurre cuando se marchitan nuestros sueños.

A lo que voy: quizás lo más grave no sea no alcanzar tu sueño sino no tenerlo o simplemente perderlo. Ahí es donde uno puede comenzar a perder el rumbo, a convertirse en un alma errante incapaz de controlar el timón de la vida. Cuando ves que la ilusión se desvanece acabas por transformarte en una persona que no logra madurar y te repliegas en tu propio pasado por miedo al dolor.

Alcanzar los 30 provoca dudas y una pequeña crisis de valores. Supone el arreón final en la aglutinación de responsabilidades y un replanteamiento de las prioridades vitales. Es el momento quizás de aprender a quererse, a no intentar compararse en tu trayectoria con los demás, a valorar más las cosas que nos parecen "normales" porque, aunque suene a tópico, lo importante (la salud, el amor, la familia) no cobra su verdadero valor hasta que lo pierdes. Reinventarse no es sencillo, lo fácil es recrearse en el recuerdo afectuoso del pasado, pero ¿podemos vivir sin sueños?, ¿conviene generar expectativas a largo plazo? Las circunstancias te pueden dar la oportunidad o quitártela porque hay cosas que se escapan a nuestro control; pero insisto, ¿alguien sabe qué valor adquieren los sueños?



jueves, 29 de septiembre de 2011

Víctimas colaterales de la Hª (II): Luis XVII

Con frecuencia al hablar de guerras y conflictos se suele pasar por alto a las víctimas más pequeñas, gente sin nombre ni apellidos que acaba pagando los platos rotos del rencor y la intransigencia de los mayores. Pues bien, en esta ocasión voy a hablar de alguien que sí tiene un nombre y un apellido con solera; hablo de Luis XVII de Francia.

Nació en Versalles en 1785 como Duque de Normandía. Hijo de Luis XVI y María Antonieta, tuvo una infancia normal para su rango hasta que en 1789, justo antes de estallar la Revolución, fallece su hermano Luis José y se convierte así en Delfín de Francia, el heredero al trono. La toma de la Bastilla supondrá el final de su infancia feliz en palacio.

Obligada a trasladarse a París, la familia real no tuvo la comodidad deseada en el hoy desaparecido Palacio de las Tullerías, sobre todo a raíz del fracasado intento de salir disfrazados del país en la conocida como "fuga de Varennes" (20-21 junio de 1791). Este suceso supuso la prueba irrefutable de que los Borbones no eran amigos de la más mínima reforma y de que a ojos de los revolucionarios Luis XVI y su familia ya no eran más que unos traidores a la patria. Así que la hostilidad hacia la pareja real se acrecentó y de regreso a París vivió un año más recluída en su particular cárcel de oro y lujos.

El monarca era ya una carga para la marcha de la Revolución y el 10 de Agosto de 1792 la muchedumbre invadió las Tullerías. El violento expolio que sufrió el edificio fue lo de menos en comparación con las bajas de la Guardia Suiza del palacio. La familia real se libró por los pelos de la masacre, pero ya no había vuelta atrás y el rey fue depuesto de sus funciones y proclamada la Iª República.


El joven delfín vivirá estos episodios con sumo terror, el propio de un niño que no entiende tanto tumulto e indignación hacia sus padres. Pero la monarquía era ya en Francia parte del pasado y ahora tocaba definir el futuro de una familia que había perdido cualquier atisbo de sacralidad e incluso respeto.

Tower-of-the-Temple-1795
Prisión del Temple en los años de la Revolución

Luis XVI, María Antonieta, la infanta María Teresa (su hermana), la princesa Isabel (su tía) y el propio delfín fueron encarcelados en la  torre del Temple de París, un antiquísimo edificio (fue la casa madre de la Orden templaria durante muchos años) de siniestra silueta que ahora recibía con sumo desdén a tan insignes visitantes. Mientras tanto, la República decidía qué hacer con esa familia que ya no tenía escapatoria alguna, pues el miedo de los republicanos a una intervención europea para reinstaurar a los Borbones era más que evidente.

El depuesto rey y su hijo fueron alojados en el 2º piso, mientras que la reina, su cuñada y la infanta en el piso superior. En ambos casos, los grusos muros y las ventanas enrejadas dejaban apenas pasar la luz, a lo cual se unió una extrema vigilancia de oficiales municipales y del  cuerpo de guardia para "amenizar" más si cabe la estancia de Luis XVI y su familia en aquel desagradable lugar.

La República decidió llevar al cadalso en 1793 primero al rey y después a la reina. Pero antes el joven Luis fue incitado a declarar en contra de su madre y de su tía, a quienes acusaba de haberle obligado a ciertos juegos sexuales, lo cual fue el colmo para que Mª Antonieta no acabara librándose de la guillotina y del escarnio público.


Karl Wilhelm Naundorff

Dentro de aquellos gruesos muros se vivieron situaciones de gran dramatismo como la despedida de Luis XVI o la separación del crío de Mª Antonieta, momento a partir del cual el ya Luis XVII -para la facción monárquica, claro- se convierte en elemento de disputa entre los sucesivos e inestables gobiernos. En prisión fue puesto al cuidado de Antoine Simon, un zapatero republicano que procuró reeducarlo mientras el joven sufría todo tipo de amenazas que socavavan su dignidad. Posteriormete fue aislado sin contacto alguno. Desnutrido, postrado en cama, en penumbra y cada vez más enfermo y olvidado el 8 de junio de 1795 fallecía de tuberculosis, siendo enterrado en una fosa de un cementerio parisino sin inscripción alguna. Su hermana corrió mejor suerte y acabó enviada a Viena. Ella fué la única de la familia en sobrevivir a la pesadilla revolucionaria.

A partir de ese momento, la leyenda. Desde el principio se especuló con la posibilidad de que el cuerpo que fue enterrado no fuera el del regio muchacho, sino que antes fue suplantado y había logrado huir del Temple (de ahí lo abusivo de su confinamiento final); además, muchas declaraciones posteriores ayudaron a avivar este supuesto. Con el tiempo aparecieron falsos delfines de nombre Naundorff (el más famoso de todos), Benoît, Hervagault o Carlos de Navarra, en todo caso meras hipótesis y nada definitivo pero algunos con la credibilidad suficiente para lograr despistar a los partidarios de la monarquía durante el s.XIX.


El corazón de Luis XVII

Pero el enigma está resuelto. Aquel decrépito rehén de 10 años sí era Luis XVII y sí falleció en la torre del Temple porque estudios muy recientes así lo han demostrado. El cirujano Pelletan, al hacerle la autopsia, le extrajo el corazón y dentro de un frasco de alcohol etílico lo escondió en su casa. Durante muchos años el corazón de Luis XVII pasó por muy diversas manos hasta acabar depositado en la catedral de St.Denis de París donde se hallaba hasta hace poco. Las pruebas de ADN lograron comparar unos mechones de Mª Antonieta con el ADN del corazón de Luis XVII y la verdad es que coincidía plenamente. Ya no había duda y en 2004 se realizaron los funerales para poder enterrarlo junto a las tumbas de sus padres en St.Denis.


Y así acaba la historia de una víctima inocente del tiempo que le tocó vivir. Proclamado rey a los 7 años tuvo que soportar el tormento del desgarro familiar y un auténtico secuestro sin compasión. No entendía de tratados ni de política, pero las intrigas de su convulsa época le convirtieron en un juguete roto, culpable de su solo nacimiento. Cruel e insospechado destino para un príncipe. Igual Napoleón no andaba muy desencaminado cuando soltó aquello de "Fue pura vanidad lo que causó la Revolución Francesa; la libertad fue sólo un pretexto".






jueves, 1 de septiembre de 2011

Seguir remando

En ocasiones uno se pregunta si elige o recibe. Me explico: ¿hasta qué punto somos prisioneros de nuestras decisiones? o, dicho de otra forma, ¿el destino ya está escrito por mucho que nos empeñemos en cambiar las cosas?

Es que en los últimos días parece que únicamente tengo la sensación de que todo hay que lucharlo muchísimo y de que en esa dedicación no te van a poner las cosas sencillas. Que hay demasiados intereses enfrentados y cuando ya te tocan tu propia dignidad es cuando acabas saltando; porque está claro que cuando te pones demasiado blando siempre va a haber alguien que intente aprovecharse de ello.

Por eso, siento envidia de toda esa gente a quien aparentemente le marchan fenomenal las cosas. Sin ir más lejos, hace días asistí a una boda de un amigo y era innnegable la suerte (buscada o no) que él ha tenido. En nada el Jose de entonces se parece al de hoy, que parece vivir en una nube por obra y gracia del fundador de Meetic. Y así es la vida, igual un golpe de fortuna hace que te sientas el hombre más feliz del mundo o un golpe de mala suerte te convierte en una persona que se marcha casi para el otro barrio.

En cualquier caso, la vida se compone sobre todo de pequeñas cosas que van sumando en el termómetro de la felicidad. Nos enquistamos con asuntos que a veces no deberían tener la más mínima importancia o hacemos saltar las alarmas antes de tiempo. Igual es esto lo que me pasa de un tiempo a esta parte, que me cuesta valorar lo bueno y me obsesiono con cosas que lleva muchísimo tiempo conseguir, vete tú a saber...

Pero te pones a veces a remar y ves que no llegas a vislumbrar el final. Y que además te encuentras bastante lejos de la orilla para poder pedir auxilio cuando lo necesitas, una orilla que por cierto cada vez ves más lejana. Y sí, necesito algo de aire en esa lucha constante, algo que me haga ver el paisaje de otro color y que saque lo mejor de mí. A veces sueña uno con encontrarlo e incluso crees que estás cerca de poder alcanzarlo, pero no es más que un espejismo veraniego porque, aunque te esmeres, siempre tienes la sensación de que te falta esa pizca de suerte cuando ya has dado todo de ti.

Será que soy un iluso. Tengo una capacidad asombrosa de pasar de la pena más absurda a la alegría más injustificada en sólo cuestión de unos segundos, así soy yo. Pero habrá que seguir remando, que en este festival somos mucha gente y de momento mi humilde barca no ha sufrido daños que no puedan ser reparados. Barcas más rotas he visto y siempre salen a flote.



domingo, 7 de agosto de 2011

¿Qué le ocurre al fútbol español?

Llega Agosto y con él la parte final de la pretemporada y el inicio de la Liga de fútbol. Llega, más que nunca, una Liga a la escocesa para deleite de la propia Federación, los aficionados merengues y culés y toda esa pléyade de lameculos que aporta el insigne gremio del periodismo deportivo español. Así que atentos que sólo queda arrodillarnos ante tan "deslumbrante" espectáculo, ¡¡¡la MEJOR LIGA DEL MUNDO!!! (sí, así con todas sus mayúsculas)

Pero aún queda lo mejor: queda saber si ese chaval de la cresta (Neymar dicen que se llama -o apellida-) recala en España vestido de blanco Dixan, si el niño pródigo Cesc Fábregas regresa a la casa de donde nunca debió salir (otra cosa es que ahora mismo se le necesite, que cocineros ya hay bastantes para la misma receta) y si habrá Liga por la tarde, por la noche, en la madrugada o a la hora del vermouth. Menos mal que ya conocemos el futuro (dejémoslo mejor en presente) del Kun Agüero, por el que buena parte de los periolistos de este país deberían devolver su inmaculado carnet de periodista deportivo, pues ellos ya lo vieron vestido de blanco cuando el propio jugador no había manifestado siquiera su deseo de recalar en el club rico de la capital de España. Ahora jugará en Manchester, pero no he oído a nadie exclamar un mea culpa. El caso es mover el manzano por si acaso cae algún fruto...

A la vista de estos asuntos son varias las cuestiones que en este momento acuden a mi cabeza:
- ¿Nos dirigimos a una Liga Española para chinos o japoneses? ¿Estadios vacíos a horas impestuosas pero con el share disparado en Pekín o Shanghái?
- ¿Habrá que dar marcha atrás en el tema de las sociedades anónimas deportivas? ¿Por qué no lo son el R.Madrid, el Barça, el Athletic y el Osasuna? ¿Repescamos entonces al Burgos o al Murcia?
-  ¿Hasta cuándo se va a seguir permitiendo el endeudamiento de los clubes de fútbol? ¿Por qué las cajas y los bancos otorgan a esos gigantes lo que son capaces de privar al ciudadano de a pie?
- ¿Por qué el dinero público debe ser quien tenga que salvar a los equipos en quiebra económica cuando se está negando para  financiar intereses generales o incluso a otros deportes?
- ¿Por qué es más noticia el color de las zapatillas de Cristiano Ronaldo que lo relativo al devenir de las ligas de otros deportes o las victorias españolas en deportes minoritarios? ¿Hasta cuándo la prensa deportiva (o no tan deportiva) va a consentir carta blanca al fútbol y a las gilipolleces?
- ¿Algún día se cambiará el reparto televisivo en este país, haciéndose más equitativo y no tan desmesuradamente favorable a los intereses de los dos equipos más poderosos?
- ¿Cuándo la RFEF va a dejar de pensar que la riqueza de dos no repercute en la bonanza de muchos?

Efectivamente, yo sí que tengo por qués (y alguno más que he olvidado) y además con toda la justificación posible, muchísima más que aquellos que soltó hace un tiempo la oscura figura del entrenador del R.Madrid sentado en una rueda de prensa casi de funeral después de aquel partido de Champions. Pero otra cosa es que haya voluntad suficiente para que no decaiga todavía más el espectáculo y para que se intente subsanar la mayoría de las deficiencias que hacen de la Liga Española la más morosa y desigual de todas las que se juegan en Europa... Sin ser adivino, mucho me temo que vistos los antecedentes la trayectoria no invita a ser optimista. En ésto también se nota eso de que Spain is different.

lunes, 18 de julio de 2011

Úbeda, en clave de verano

Este año toca. Tras el paréntesis del 2010, se acerca el momento de atravesar casi España entera y disponerme a pasar unos días diferentes. Con ésta serán 5 las ediciones a las que asistiré, 5 las veces en que tendré el gusto de pisar el suelo casi incandescente de la ciudad andaluza de Úbeda, epicentro del festival de música cinematográfica con mayor arraigo en Europa.

El festival se creó en 2005, pero yo y mis amigos Braulio y Vanesa hemos estado acudiendo hasta allí de manera fiel tratando de compaginar las actividades propias del evento con terracitas, paseos y generosas comidas. Ésa ha sido la clave del éxito, que sin apartarnos del festival hemos sabido compaginarlo con otras cosas pese al calor agotador que siempre es permanente por esa zona de Jaén durante el mes de Julio.

Quien no conozca Úbeda no sabe lo que se pierde. Esta pequeña ciudad interior resulta fascinante de descubrir. Cada calle y cada palacio o iglesia te trasladan al Renacimiento, cuando las familias más enriquecidas por las guerras de la conquista de Granada quisieron dejar patente su poder e influencia social en la poderosa España de entonces a través de grandes obras de carácter civil pero también religioso. La plaza Vázquez de Molina es ejemplar (y desde luego de postal) por todo lo que la rodea, pero no menos llamativas son sus escondidas plazas o esas callejas estrechísimas que parecen ancladas en siglos remotos. Por algo es Patrimonio de la Humanidad junto a su vecina Baeza, así que pocas explicaciones más hacen falta, sólo que además su zona de miradores ofrece una estampa sensacional sobre el valle del Guadalquivir y Sierra Mágina, mar de olivos que uno no se cansará de ver desde que ha conseguido bajar Despeñaperros.




Hospital de Santiago, sede del Festival

Úbeda es un lugar con cierto halo de misticismo. Es raro ver un alma hasta las 8 de la tarde, y se entiende por eso del calor; asi que lo frecuente es encontrártela vacía y silenciosa, dorada por el sol de la tarde y bajo un cielo azul radiante donde no es complicado captar el olor a aceite que desprenden las almazaras cercanas porque, efectivamente, Úbeda huele a aceite de oliva, oro líquido, pero durante el mes de  Julio también suena a cine.



Desde el 2005 se han dado cita allí compositores y aficionados hasta lograr un maridaje casi perfecto. Es el momento que muchos aficionados llevan esperando todo el año, el de poder ver a tus grandes ídolos y poder asistir a charlas, una firma de discos y diversos conciertos en un entorno que todo el mundo asegura que es incomparable. E incluso si  no eres muy aficionado a la música de cine encontrarás motivos para disfrutar, pues el simple hecho de poder asistir al macroconcierto de la noche del sábado en el patio renacentista del Hospital de Santiago ya es un verdadero regalo. Música que se ve, sin CD y en estado puro que eriza la piel y despierta tus sentidos por muy aletargados que estén.



Nombres como los de Roque Baños, Christopher Young, John Debney o Patrick Doyle han quedado ligados ya a la historia de este festival, pero sin duda es Basil Poledouris quien será más recordado por los asistentes a la edición del 2006. En Úbeda ofreció su último concierto y orquestó una suite de "Conan el bárbaro", banda sonora nunca interpretada anteriormente ante el gran público. Fue el canto del cisne porque el compositor norteamericano fallecíó solo unos meses después víctima de un cáncer que venía arrastrando desde hacía tiempo. Su espíritu pareció estar presente en las ediciones que vinieron después porque Poledouris, sí, aquel misterioso personaje que apareció ataviado de negro y con un pañuelo que cubría toda su cabeza, ha marcado sin ningún género de dudas la trayectoria del festival ubetense al elegirle para dar su último adiós a todos a quienes le admiraron.

Úbeda igual podía ser la misma sin su festival, sobre todo en época de ajustes y recortes varios, pero lo que está claro es que el festival no es lo mismo sin Úbeda. La belleza del entorno redunda en la sensación de plenitud de los visitantes porque ofrece pausa e invita a recorrerla. Y el día que esa comunicación afectiva entre compositores y aficionados se rompa morirá con ella el festival o al menos tal como lo conocemos a día de hoy.



Así y con todo, ya no queda nada para degustar helados, pizzas, montaditos, cervecitas frías y chocolate con churros a do euro, escuchar buena música (imprescindible) y hacer una visitilla que tengo pendiente a la Sacra Capilla del Salvador, uno de los monumentos más impresionantes del Renacimiento español. Así que nada de levantarse tarde aunque uno a veces luego se quede sopa entre el calor y lo tostón que pueden resultar algunas ponencias, porque el caso es que una cabezadita nunca va a faltar...

Lo dicho, voy a preparar la maleta que esta semana  busco el verano perpetuo y el calor... Adiós fresquito del norte que Úbeda -con sus cerros- nos espera!








sábado, 18 de junio de 2011

Divagaciones veraniegas

Veía hace días una sesuda película y uno de los personajes, en una escena hermosísima, se saca de la manga la siguiente frasecilla: El dolor de entonces (léase, después) es parte de la felicidad de ahora. Ése es el trato. Lo decía en "Tierras de penumbra" la hoy casi desaparecida de la gran pantalla Debra Winger, que interpreta a la poetisa norteamericana Joy Gresham en este film.

Dicha película supone una reflexión sobre el amor a través del dolor y sobre la fugacidad de la felicidad, que se vislumbra a través de momentos muy concretos de nuestra existencia y a veces casi sin tiempo para saborearla. Y de hecho, ¿no es verdad que no puede haber dolor sin amor? Son dos conceptos que van de la mano porque echamos en falta a alguien cuando anteriormente nos proporcionó al menos un ratito de felicidad.

El sufrimiento humano seguro que no puede ser en balde, las personas sufrimos porque no podemos soportar las circunstancias. Por ello, cuando uno parece convencerse de que está abrigado por una coraza de acero, porque aún no le ha tocado sufrir lo insufrible ni nada parecido, es cuando se empieza a plantear que esos malos momentos tienen que acabar llegando. 

La pérdida de aquella persona imprescindible a la que quieres debe de ser el mayor sufrimiento que hay. Pensar que no vas a volver a verla y que con el tiempo vas a tener que hacer auténticos esfuerzos para poder  recordar su cara estoy convencido de que tiene poco consuelo posible. Lo pienso muchas veces, sobre todo cuando los kilómetros suponen siempre una barrera y los años aceleran sin remedio. Por eso creo que hablar y sincerarse es importante porque llegado el momento ya no vas a tener posibilidad de hacerlo y porque precisamente eso mismo te puede ayudar a superar un mal trago.

A veces tendemos a aferrarnos a las cosas sin remisión, igual por miedo a lo que no conocemos, no lo sé. Pero las cosas, las personas, no duran para siempre. Todos tenemos fecha de caducidad aunque cueste hacerse a la idea, pero el caso es que nunca acabaremos de estar preparados para lo terrible. La muerte, ese concepto tan temible y enigmático en nuestra cultura,  parece conllevar siempre sufrimiento y quien lo ha vivido precisamente no está aquí para contarlo.

Pero no caigamos en el pesimismo. ¿Y si invertimos aquella frase? ¿El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces? Creo que ahora ya vislumbramos algo de luz, ahora es más fácil darse cuenta de que lo vivido ha merecido la pena, que hemos madurado, que sin felicidad no hay sufrimiento posible porque el sufrimiento resulta inherente a la vida.

Quizás todos tengamos ese valle dorado de la felicidad, ese lugar al que solemos recurrir -aunque sea en pensamiento- para levantarnos el ánimo. Y yo espero más valles dorados por descubrir pese a las desgracias que día tras día ven mis ojos en los informativos o parecen amenazar a la gente de la que me rodeo. Igual es que el dolor nos hace más perfectos, o puede que todo lo contrario, pero en cualquier caso éso es carne de guión para otra película... y evidentemente yo tampoco soy Debra Winger, ¡faltaría más!


martes, 7 de junio de 2011

Víctimas colaterales de la Hª (I): Maximiliano I de México

 He decidido abrir un apartado en este blog para hablar de aquellos personajes de nuestra Historia cuya existencia ha hecho correr ríos de tinta. No se trata de personajes decisivos en el discurrir de la humanidad, qué va, pero en cambio tienen su atractivo en el misterio que conllevaron las causas de su muerte o en la fascinación que podían suponer sus vidas para sus contemporáneos.

Durante mi último año de Universidad realicé un estudio bibliográfico sobre la figura de Maximiliano de Habsburgo. Un trabajo que realicé con gusto -recuerdo- y cuya copia dejé en el disco duro de mi viejo ordenador sin que finalmente haya podido recuperar. En fin, cosas que pasan...


No es tanta la gente que sabe que después de su independencia México fue un imperio. Bueno, realmente lo ha sido dos veces, pero aquí de lo que me interesa hablar es de esa segunda vez, del II Imperio Mexicano (1864-1867). Y me fijo en la figura de un príncipe austriaco a quien el devenir de los acontecimientos de su época le jugaron una horrible encerrona que resulta apasionante contar.

Fernando Maximiliano José de Austria nació en el palacio real de Schönbrunn en 1832. Dicen algunas fuentes que su verdadero padre era Napoléon II, el enfermizo hijo de Napoleón Bonaparte que nunca llegaría a reinar y que desde pequeño vivió en la Corte de Viena, pero ésto es algo que no parece haberse confirmado nunca. En cualquier caso, Maximiliano era un segundón: su hermano Francisco José (el marido de Sisí) era quien estaba destinado a portar la corona del Imperio Austriaco, así que de joven Maximiliano estudió la carrera naval y realizó numerosos viajes de exploración por el Mediterráneo hasta que en 1857 su regio hermano le nombra gobernador de las provincias italianas de Lombardía y el Véneto.

Maximiliano y Carlota
Fue ese año cuando se casó con Carlota de Bélgica, hija del rey Leopoldo y que ha sido protagonista de tantos y tantos estudios de carácter romántico. Su vida, como la de Maximiliano, bien merece un análisis detallado. Pero el caso es que el joven matrimonio acabó marchando en 1859 de la conflictivísima península italiana porque los planes que Francisco José tenía para su hermano habían cambiado.
La pareja se trasladó a Trieste, junto al Adriático, al castillo de Miramar que tanto le había costado edificar a Maximiliano. Allí se alejó de la vida pública hasta que un 3 de Octubre de 1863 una extraña petición resultará capital en su vida: una delegación compuesta por diplomáticos mexicanos le ofrece el trono del Imperio Mexicano. Y Maximiliano, que era de espíritu aventurero y había visto empeorar su relación con Francisco José, acabó aceptando el reto, que conllevaba la pérdida de todos sus derechos dinásticos en Austria.

Valga decir que México era entonces un polvorín. Napoléon III había decidido invadir el país para exigir el pago de las deudas contraídas por el gobierno de Juárez y, una vez allí, estaba dispuesto a convertirlo en un Estado satélite que sirviera de freno a los planes expansionistas de los EE.UU. sobre Latinoamérica.


Palacio de Miramar (Trieste, ITA)

México llevaba años enfrascado en una guerra civil entre el bando liberal (con mayor apoyo popular) y el conservador (sustentado por Francia y su ejército). A instancias de Napoleón III se le ofrecía al archiduque austriaco la posibilidad de dirigir un país rico y muy extenso, pero tras bajar de la fragata Novara y pisar tierra mexicana en Veracruz (21 de Mayo de 1864) Maximiliano se topó de lleno con la realidad cruda de un país analfabeto, empobrecido y endeudado tras décadas de inestabilidad política.


Muy pronto el nuevo emperador se mostró más liberal de lo que sus partidarios conservadores podían tolerar, con medidas tan a contracorriente como la nacionalización de los bienes eclesiásticos o su negativa a suprimir la libertad de culto. Además, demostraba una especial sensibilidad hacia la población indígena y trató de potenciar el desarrollo económico y social de todo el país. A su vez, en el apartado cultural embelleció la capital y se afanó en potenciar el estudio de las culturas prehispánicas de México.

Sin embargo, a la férrea oposición del bando republicano (que nunca reconoció su gobierno al considerarlo un invasor) se le sumó el creciente descontento de buena parte de los conservadores y el malestar de Napoleón III, cansado de aportar recursos en una guerra interminable contra las tropas de Benito Juárez mientras Maximiliano ponía sus miras en México y su gente, haciendo esfuerzos generosos para convertise en un elemento de integridad nacional pese a todos los obstáculos del camino.

El emperador francés ordenó finalmente retirar sus tropas antes de lo acordado -las necesitaba para hacer frente a la beligerante Prusia de Bismarck- y EE.UU., recién salido de su propia guerra civil entre el Norte y el Sur, tomó parte activa en el conflicto con un apoyo decidido al bando republicano. Maximiliano, cada vez más sólo, se negó a abandonar a sus partidarios y marchar a Europa. Carlota regresó en busca de la piedad de Napoleón III y del Papa de Roma pero acabó enloqueciendo recluída en un pequeño castillo de su Bélgica natal sin terminar de superar nunca el trágico destino que le deparaba a su marido.

Último adiós de Maximiliano

Abandonado a su suerte por su hermano y separado para siempre de su infeliz mujer (que falleció en 1927), Maximiliano decidió atrincherarse mientras los liberales no cesaron en su empeño hasta convertir México en una república. Así que el emperador acabó por ser capturado en Querétaro y llevado ante un tribunal militar junto a sus leales generales Miguel Miramón y Tomás Mejía. Desoyendo los mensajes de clemencia que llegaban de Europa, el emperador y sus dos compañeros fueron fusilados en el Cerro de las Campanas de aquella ciudad el 19 de junio de 1867. Era la manera de decir al mundo que México no toleraría nunca un gobierno impuesto por las potencias extranjeras.


"La ejecución del Emperador Maximiliano", de Manet

De ese modo tan trágico es como acababa el II Imperio y comenzaban años de república que se extienden hasta hoy. Una vida corta pero muy intensa la de aquel archiduque Habsburgo amante de la naturaleza y del mar a quien la diosa fortuna le encomendó una tarea extremadamente complicada, sólo apta para espíritus tan inquietos y adelantados a su tiempo como el suyo. Una vida de película digna de cualquier gran estudio de Hollywood y que ha tenido su refrejo literario de distinta manera, siempre al socaire de las tendencias políticas de cada momento. Una de esas pequeñas historias que engrandecen la Historia y que conviene descubrir de vez en cuando.


martes, 17 de mayo de 2011

Ruedo patrio

Que sí, que ya me he dado cuenta, que estamos en campaña electoral. Que el día 22 elegimos a nuestros representantes en Ayuntamientos, Diputaciones y Comunidades Autónomas y que la maquinaria propagandísticas de partidos y partidillos carbura a mil por hora. Que hay que ir a votar porque dicen que si no vas no tienes luego derecho a quejarte, que es un acto de buen ciudadano y demás... Que sí, que todo éso ya lo sé. Pero, ¿que motivos me ofrecen para que pierda el tiempo en salir de casa e ir a un edicicio lleno de gente a meter una papeleta en una urna de cristal?

  








En España estamos buenos para acumular motivos que nos hagan perder el tiempo de esa manera. Cuesta creer que haya un país más lleno de vividores y maleantes a cuesta del erario público que éste. Y ojo, no generalizo porque reconozco que hay mucha gente entregada a su pueblo o región y que se acerca al mundo de la política con las intenciones intactas, faltaría más...

Pero lamentablemente en España impera la acumulación de cargos públicos, el enchufismo y la perpetuación en el sillón del poder sobre cualquier otra cosa. Las campañas electorales no duran sólamente 15 días sino que a lo largo de todo un año tenemos que aguantar los insultos entre partidos, la manipulación y las promesas que nunca se van a cumplir, mientras que el bien común va quedando arrinconado en beneficio de intereses partidistas o de un provechoso porvenir para unos cuantos.

En realidad uno tiene la sensación de que los ciudadanos sólo contamos en estas fechas, cuando rifamos la llave que abre el panal de rica miel. Estamos hartos de oir hablar de tramas de corrupción, de ver esos baños de multitudes donde impera la mentira y el engaño y de comprobar que el respaldo electoral lo justifica todo. Es lícito que cada persona tenga una ideología política, por supuesto, pero no nos merecemos que personajes tan patéticos como la sra. de Cospedal (sí, esa especie de Sarah Palin de la meseta, tan devota y calculadora ella), el sr. Camps o Pepiño Blanco, por poner sólo unos ejemplos, usurpen páginas de periódicos o minutos en radio y televisión a costa nuestra.

La política es un circo macabro que mueve cantidades ingentes de dinero, el dinero de todos. Aquí vale eso de "donde digo digo, digo Diego" porque sabes que hay gente a quien vas a poder seguir engañando. La confrontación es un espectáculo lamentable que tiene su tregua cuando de subirse el sueldo se trata y, si no, trae que echo mano de hemeroteca porque la crisis que vivimos no parece afectar a la clase política española; ¿por qué será...?

Yo aplaudo a aquellos políticos que son capaces de priorizar los intereses de su pueblo a las consignas de partido, que luchan por el bienestar de sus conciudadanos aunque tengan que enfrentarse a quienes marcan las pautas desde más arriba y que no fabrican electoralismo barato sólo para seguir chupando del bote. También a aquellos que saben reconocer sus errores e intentan ofrecer soluciones antes que criticar al vecino, y a aquellos que son incapaces de usar el "y tú más" para justificar sus actos.

Lamentablemente en el ruedo político español (paradójico que las plazas de toros se usen también para estos menesteres) impera todo lo contrario. La falacia, la palmadita en la espalda y el oportunismo han sustituído a los sanos valores que deberían prevalecer en Democracia. En España la política huele a huevo podrido porque se ha perdido el espíritu que nació con la Transición y ahora es sólo un espectáculo bochornoso en el que casi nadie pierde. Bueno sí, ...perdemos todos.





domingo, 24 de abril de 2011

Que no lo llamen Deportes cuando quieren decir Fútbol

La palabra "clásico" está en horas bajas. Prácticamente se usa para todo: música, cine, moda... Y para el fútbol también, ¡no podía ser menos! Un partido entre el R.Madrid y el F.C.Barcelona es un "clásico", pero ya veremos cómo con el tiempo también es un "derbi", palabra que casi se usa para denominar cualquier partido de cierta rivalidad, y si no tiempo al tiempo.

A quien no le guste el fútbol casi es mejor que no ponga la tele estos días. Estamos en plena vorágine de partidos entre esos dos colosos de nuestro deporte que parecen representar las dos Españas (no exagero), dos maneras de entender la vida en las que tenemos que caber todo españolito de a pié, o eso dicen algunos. Y si no tienes simpatía al menos por uno de los dos eres un rara avis.

Te puede gustar el futbol, a mí me agrada el bueno y lo reconozco. Menos me gusta todo lo que se está montando alrededor de este deporte que no por más visto o por contar con más seguidores es mejor que los demás, recuerdo. Pero el caso es que por H o por B el fútbol se ha metido en nuestras casas y en nuestras vidas de manera obligatoria y buena culpa de ello lo tiene el actual periodismo que se hace en este sufrido país.

Hablar de periodismo deportivo no es completamente exacto, sería más apropiado hablar de periodismo "futbolero" e incluso de "periolistos" para determinados casos. Encender la tele y ver la sección de deportes (de risa el titulillo ya) de cualquier informativo te puede remover las tripas con el show que son capaces de inventarse. El caso es hablar de fútbol, pero no todo club les vale: hay que hablar del Madrid, hay que hablar del Barça y hay que hablar de sus piques y sus polémicas; cualquier otro equipo es una comparsa en este teatrillo de títeres. Así que en el caso, por ejemplo, de Antena 3 o de Cuatro, es muchísimo más importante hablar de la rueda de prensa de Mourinho (cualquier cosa que diga -o no diga- será noticia), del color de las zapatillas de Cristiano Ronaldo o de cualquier otra pijotería que de una final de Copa de balonmano o de rugby, por poner sólo unos ejemplos. Además te lo deberás tragar con toda su supuesta gracia y con todo su buenrollismo altisonante, no te quedará otra.  ¿Y cuantas veces hemos visto en la tele las imágenes de mamporros, peleas y asombrosas caídas -en cualquier deporte, eso sí- pero no somos capaces de recordar el nombre del último ganador de la Liga de Fútbol Sala o los resultados de la última Vuelta a España? El morbo por el morbo, la versión deportista del programa de Jorge Javier Vázquez, ¿o no es así?

Así y con todo no es de extrañar que el resto de deportes no tengan cabida en periódicos o televisiones. E incluso dentro del fútbol hay diversos estados donde sólo dos clubes son muy ricos y los demás cada vez son más pobres o al menos eso me da que pensar. Una diferencia económica y también de trato que se palpa a leguas. ¿Será porque los medios de comunicación están haciendo de manera continua la campaña de socios al Madrid y al Barça?

Tanto bombo y platillo al fútbol está llevando a que la actual crisis económica se cebe aún más con otros deportes. Muy pocas empresas o particulares parecen querer poner un duro en ellos porque no garantizan rentabilidad, porque no tienen eco, y eso se está notando muchísimo de unos años a esta parte. Son deportes "invisibles" en el cada vez más frívolo y amarillista ruedo deportivo español. Así que no nos engañemos, o mejor, que no nos engañen. Pan y fútbol en pleno siglo XXI.

jueves, 14 de abril de 2011

Sentirse en casa

Hace unos días la vieja estación de trenes de Gijón echó el cierre para siempre. Dicen que van a derribarla para hacer pisos, así que han construído un nuevo edificio donde confluyen también los trenes de FEVE y de RENFE. Mucha gente parece quejarse de lo lejos que pilla ésta del centro y de que para casi cualquier cosa ya debes estar cogiendo un autobús, y cierto es que no les falta razón...

La vieja estación gijonesa era casi un emblema, un arco a través del cual se te abría el centro de la ciudad, con su bullicio y todo su tráfico. Llegar a Gijón a través de las vías del tren (o de la autopista, que casi parecía que se las iba a tragar) tenía un cierto halo de nostalgia. Te dabas cuenta sin dudarlo de que estabas entrando en una ciudad industrial y con una gran tradición ferroviaria, una ciudad algo consternada por un pasado que hace un par de décadas parecía mejor pero que en los últimos tiempos se ha visto obligada a transformarse.

Esa estación es una de las cosas que antes aprendí de Gijón, un punto de referencia. Por aquel Septiembre de 1999 me llamó poderosamente la atención esos trenecitos casi turísticos que por entonces tenían compartimentos. Tanto ruido y vayvén parecía que en cualquier momento podía acabar en un descarrilamiento no deseado y ese paisaje tan degradadamente industrial para viajar a Candás me resultaba muy llamativo.

Así que sobre todo desde el 2005, comencé a frecuentar esa estación y a subirme en ese tren aunque ya a penas fuera compartimentado. Entonces la cercana calle Corrida, la más representativa de la ciudad, se me abrió de par en par, así como la zona de la playa de San Lorenzo con su iglesia de San Pedro ahí pegadita, los recodos de Cimadevilla con su Elogio que todo lo ve, el paseo de Begoña que guarda cierto aire burgués y el puerto deportivo con sus numerosos mastiles y sus lujosísimas barquitas. El paseo siempre lleva a sentarse a tomar un buen café aunque tratándose de Gijón en terraza sabe mejor y la sidra también, por supuesto.

Gijón en compañía se disfruta muchísimo más, hay cientos de cosas por hacer y descubrir en una ciudad que invita al paseo y a contemplar cómo se pierde el mar en el horizonte o cómo se esconde el sol tras la silueta de las instalaciones de la vieja ENSIDESA. No hace tanto que es un lugar familiar para mí, pero por contra parece que lo conozco desde hace muchísimo tiempo. Una ciudad que son varias ciudades a la vez y que oxigena mi mente cuando la piso con su chute de recuerdos que no parecen dispuestos a abandonarme. Vivir durante 1 año en la capi de la Costa Verde es muy poco tiempo, lo sé, pero el caso es saber disfrutrarla y que te deje huella. Y muy pocas ciudades alcanzan a conseguirlo de esa manera.

viernes, 25 de marzo de 2011

El triunfo de la ilusión vistió de amarillo

De acuerdo en que el fútbol es el deporte rey, pero no siempre es así ni por supuesto en todos los sitios. En Aranda de Duero tras años y años de malos tragos en eso del balompié volvió a encenderse la chispa del balonmano, un deporte cultivado especialmente en el ya desaparecido Colegio Virgen de la Viñas, la verdadera cantera de balonmano en la Ribera del Duero.

Estamos hablando de los primeros años del siglo XXI y del Club Bm. Villa de Aranda, una entidad creada a la sombra del recuerdo de los Gromber o Torremilanos que en los años 80 y primeros 90 atrajeron bastante gente al balonmano en la ciudad. Así que partiendo de la 2ª División (categoría regional), el equipo fue creciendo hasta realizar ya en 1ª División una magnífica temporada 2002/2003.

La capital ribereña se volcó entonces como nunca en la organización de la primera eliminatoria de Fase de Ascenso. Y es que probablemente se trate de la revolución deportiva más importante que han visto las calles de la ciudad en muchísimo tiempo. El pabellón a rebosar (unas 3.000 personas) y todo el colorido necesario para ayudar al entonces Suministros Industriales Weimar a conseguir la meta del ascenso a Div. Honor B (la categoría inmediatamente por debajo de Asobal). Una meta que significaba para la ciudad tener mayor eco a nivel nacional y para el club el hecho de poder codearse con equipos como Alcobendas, Pozoblanco, Torrevieja o los ya desaparecidos Oviedo Naranco o Algeciras.

Acabada esa primera eliminatoria como líderes la empresa se trasladó a Huesca y allí la fortuna pareció jugarnos una mala pasada. Si es difícil que te metan un gol de falta directa con el tiempo a cero éso fue precisamente lo que ocurrió, dejando desolados a las decenas de aficionados que se habían desplazado hasta Aragón aquel fin de semana de Mayo porque el empate final dejaba al equipo sin el sueño del ascenso. Ya sólo nos quedaba una eliminatoria directa con un equipo de Div. Honor B, el Elda, y la empresa se antojaba realmente complicada pero no imposible.

Plantilla de la temporada 04/05
La ida, en Aranda, permitió al Weimar cosechar una exigua renta de 2 goles a defender en la vuelta. Pero la movilización balonmanística en la Ribera fue de las que hacen época y la gente que se trasladó a tierras alicantinas pudo saborear la gloria tras un partido de muchísimo sufrimiento pero de final inesperado. Aquel 31 de Mayo de 2003 quedará para los anales como la hazaña más memorable del deporte arandino porque es casi un milagro igualar una eliminatoria cuando a falta de 5 minutos para el final pierdes de 7. La consigna era no bajar los brazos y presionar a tope para robar balones. La fé ciega del equipo hizo el resto: un gol de Chomin a escasos segundo del final puso al equipo sólo dos goles por debajo y gracias al valor doble de los goles marcados fuera de casa el ascenso ya era una realidad. Fue lo que se llegó a conocer en Aranda como el "milagro de Elda"(retransmisión íntegra del partido por Onda Cero).

Tocaba preparar el estreno en Div. Honor B y el equipo entrenado por Carlos Colmenero tenía el reto de la permanencia y de seguir creciendo como club. El apoyo recibido de toda su numerosa afición tenía premio: ver pasar por el Príncipe de Asturias a superplantillas como Alcobendas o Torrevieja. Pero el equipo se hizo fuerte en casa y no pasó especiales apuros para salvarse del descenso. La temporada siguiente (04/05), ya con extranjeros en la plantilla por primera vez en nuestra corta historia, tocaba asentarnos en la categoría; y precisamente éso es lo que ocurrió, mientras en el horizonte la incertidumbre asomaba por la pérdida del principal patrocinador.

El Príncipe un sábado cualquiera
Finalmente pasaron los nubarrones y la empresa Artepref se convertía en el principal sponsor de la entidad, corroborando su apuesta por el deporte de Aranda y prometiendo una importante inyección económica a cambio de no traicionar los valores del club de modestia y un altísimo componente de identificación con la afición. Entonces empezaron los años de vacas gordas: una vez asentado el equipo en la categoría la idea era dar un paso más y meter la cabeza para luchar por el ascenso a Asobal con plantillas más poderosas económicamente. El cambio de patrocinio significó además modificar los colores de la indumentaria: el  pantalón azul por el naranja pero manteniendo la camiseta amarilla como principal emblema.

De todas formas, tal cambio supuso una pequeña crisis en el club ribereño. Carlos Colmenero, el artífice del crecimiento del equipo, dejó su cargo de entrenador muy avanzada la temporada 06/07. Parecía que el proyecto se hacía incontrolable mientras se cocía el debate en torno a la profesionalización institucional del club. Lo que había empezado como una entidad pequeña creada por cuatro amigos requería ahora muchísima más dedicación e infraestructura, además de un proyecto serio de cantera debido a lo caro que resulta en estos tiempos mantener una plantilla compuesta por extranjeros  o ex-Asobal.


Alberto Miranda, el eterno capitán
 
La temporada siguiente, la 07/08, fue por números la más brillante de todas. El equipo supo reponerse a la grave lesión del motor del equipo, el central Diego Camino, para firmar victorias muy cómodas y seguir la estela de los mejores pese a un comienzo algo dubitativo. Finalmente el Ciudad Encantada de Cuenca fue quien ascendió a Asobal, pero el Artepref logró ilusionar a su afición tras plantar mucha batalla y quedarse casi como quien dice con la miel en los labios. El entrenador croata Nikola Milos impuso su estilo de juego de largas posesiones, lanzamiento exterior y defensa férrea, todo lo contrario a lo que estaba acostumbrada la parroquia local. Sin embargo, parece que su sistema no convenció a la mayoría y, tras dos buenas campañas, Milos deja el testigo a Iñaki Aniz en el verano de 2009.

El técnico navarro vino como una apuesta personal de la Directiva al ser un gran conocedor de los jóvenes talentos del balonmano nacional. Con él regresaron las defensas abiertas y el juego rápido, ese plus que parece siempre necesitar el club para conectar con su afición y que había quedado algo olvidado. Pero no es menos cierto que desde el boom del ascenso, y como algo lógico, se ha visto reducido el número de espectadores de manera notable, como si los que verdaderamente siguen enganchados fueran los auténticos entendidos en este deporte. La realidad del equipo tampoco es la misma, la crisis económica conlleva su época de vacas flacas y el descenso presupuestario fija como principal granero a la hora de fichar la 1ª División. Conseguir la salvación sin demasiados apuros parece ahora la consigna a seguir... y en esas estamos en esta temporada 2010/2011.

HISTORIAL EN DIV. HONOR B (Actual Div. de Honor Plata)
Temp.              Posición       Pg     Pe     Pp    Dif. goles      Ptos.
03/04                 11º            9       5      16          +5              23
04/05                   9º           13      1      16         -13              27
05/06                  6º            15      5      10          +9              35
06/07                  9º            14      3      13         +32             31
07/08                  4º            16      7       7          +54             39
08/09*                6º            13      4      11         +10             30
09/10                 12º           10      3      17         -59              23
                                 10/11                 10º            8       6       9          +18             22   (clasif. momentánea)
                                 * Liga de 15 equipos.



Miro Barisic, un auténtico cañonero
¿Y el futuro? Pues hoy por hoy pende de un hilo. Una de las mejores aficiones de España puede quedarse huérfana a partir de Junio. El Grupo Gerardo de la Calle (a quien pertenece Artepref) no renueva su patrocinio y pese a que el club parece haber llamado a la puerta de varias empresas la contestación ha sido siempre negativa. Mantener un equipo en División de Plata es muy costoso y conlleva una importante inyección económica porque los sueldos son los que son y los desplazamientos demasiado largos. Parece mentira que grandes empresas que radican en la ciudad como Michelin, Leche Pascual o la farmacéutica Glaxo nunca hayan puesto un duro en este proyecto, pero la realidad es así de simple y así de triste: el balonmano no vende. La crisis en el sector de la construcción obliga a Artepref a tomar esa dolorosa decisión y sólo merece el aplauso por los servicios prestados en todos estos años.


Diego Camino dirigiendo al equipo


El 14 de Mayo nos visita el Barakaldo, es la última jornada, y si nada se tuerce el equipo, que es el segundo que más temporadas consecutivas lleva en la categoría (8), habrá quedado abocado a su desaparición. Atrás quedarán esos sábados vibrantes llenos de nervios, las ovaciones desde la grada, las decepciones (pequeñas, afortunadamente), la cerveza corriendo por el pabellón, los goles de vaselina desde el extremo, los pases inverosímiles de Diego Camino, las paradas de Alberto Miranda, los goles al contragolpe que parecía meter la afición, los latigazos de Miro Barisic o de Thomas Kavolius, las polémicas arbitrales, las retransmisiones por la radio, los comentarios en la calle, etc, etc. En definitiva, habrá acabado la fiesta del balonmano.

No hace tanto la ilusión, pintada convenientemente de amarillo, se apoderó de toda una ciudad con una multitudinaria fase de ascenso. Después llegó la gloria de manera inesperada para hacerse más bella y durante varios años el balonmano de calidad y la emoción, siempre la emoción. Parecía que había llegado para quedarse, que incluso algún día podíamos ver balonmano de Asobal. Sin embargo, hoy el destino se ha antojado depararnos otra cosa. El proyecto puede que se haya hecho demasiado grande como para seguir manteniéndose en una tierra donde la iniciativa privada no es fácil de encontrar. Se demanda balonmano como alternativa a unos sábados aburridos que ya no volverán a ser los mismos porque son muchos los niños que se inician en este deporte y muchas las familias enteras que sacaban sus abonos para no perderse este espectáculo único.

El mayor activo del Villa de Aranda, su afición, envidiada durante una década por toda la España balonmanística, está a un tris de quedarse sin equipo. Y la gente se preguntará: ¿para qué tanto esfuerzo? ¿el más absoluto de los silencios acabará por merendarse al bullicio sabatino en el Príncipe de Asturias? Igual nos cuesta ahora imaginarlo, pero todo puede quedar muy pronto en algo que resultó precioso mientras duró. Llegó la hora de echar el cierre al particular teatro de los sueños de la capital ribereña.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Soplan vientos del desierto

El tiempo dirá si 2011 es una fecha clave en el devenir de una pequeña porción de nuestro planeta. Me refiero al norte de África y los países de Oriente Próximo, sacudidos estos días por revueltas, manifestaciones y revoluciones varias que podemos seguir a través de los medios de comunicación de masas y también a través de las redes sociales, el último grito de este gran invento llamado Internet.

Resulta fascinante cómo una población mayoritariamente joven es capaz de movilizarse de esa manera alentada por sus propios anhelos de libertad hasta acabar por tumbar décadas y más décadas de autoritarismo y corruptela. Pero bien es cierto que el mundo árabe no es uniforme, tiene estratos de tiranía y además son países extremandamente heterogéneos, alguno de ellos incluso con escasa identidad nacional, donde convive la paradoja de la opulencia de algunos frente a la falta de los más mínimos de los derechos de casi todos. De ahí precisamente las diferencias por ejemplo entre la "primavera" tunecina y el caos propio de guerra civil que estos días se vive en Libia.

Probablemente las raíces de todo este asunto se hayen en la falta de perspectivas de progreso para los ciudadanos de esas naciones: gente mayoritariamente joven, muchos de ellos con una gran preparación, pero sin empleo y que no encuentran ningún futuro dado que el poder político y económico sigue en manos de quienes ya lo ostentaban hace 50 años. La clase dirigente se ha lucrado de su estatus y, gracias también a los recursos naturales tan suculentos de estos países, ha logrado tejer poderosas alianzas con las grandes potencias internacionales, verdaderos sostenes de estos regímenes trasnochados frenadores a su vez del temible islamismo radical. Una especie de "statu quo" bien visto por Occidente ante la necesidad de no enfrentar más al mundo árabe con Israel y que ha tenido su mayor exponente en el Egipto de Mubarak, verdadera bisagra en esa complicada parte del mundo.

Algo está cambiando. Pero el futuro es incierto: las ganas de Democracia (sinceras o no tanto) deberán hacer encaje de bolillos con el peso de la tradición (con un fortísimo ingrediente religioso) y con los propios intereses económicos de las potencias internacionales que deben dirimir ahora si es mejor o no que el poder económico de estos países pase a ser controlado por el propio pueblo. También está presente la pregunta que todo el mundo se hace: ¿el islamismo radical acabará por hacerse fuerte con la nueva situación? Hasta ahora se le había mantenido a raya, pero es pronto para saberlo, un riesgo con el que habrá que lidiar.

Nos hemos cansado de oír estos días dictámenes de la ONU, de los EE.UU. o incluso de países europeos a título particular, pero lo que debe quedar claro es que los propios tunecinos, libios, egipcios o yemeníes son quienes deben elegir su propio destino, sin injerencias externas. Cualquier asesoramiento internacional es válido, pero no deben ser los propios ciudadanos quienes paguen el pato de que no se hayan cumplido los dictámenes internacionales por parte de estos gobiernos cuasiteocráticos que se han apoderado de todo. Los intereses económicos internacionales deben quedar al margen de cualquier decisión, lo importante ahora es configurar un proceso de transición que garantice los derechos fundamentales y la estabilidad política, a la vez que  intente solventar su maltrecha economía después de días y días de revuelta y paralización total.

El mantenimiento de dictaduras aliadas de Occidente es  una herencia de la Guerra Fría, un error que hemos permitido durante demasiado tiempo. Ahora es cuando debe prevalecer la voluntad popular, con un apoyo internacional sin fisuras y con una sola voz. No se puede permitir que el mundo desarrollado siga viendo a estos países como meros productores de petróleo o de gas natural, nos estaríamos equivocando de lleno. Volver a tropezar en la misma piedra no hay duda de que podría tener consecuencias inimaginables para estas naciones y, colateralmente, para España y el resto de países europeos aledaños al Mediterráneo. Todos nos jugamos demasiado en esta partida de cartas.


lunes, 21 de febrero de 2011

And the Oscar goes to...: mis apuestas

Este domingo día 27 se celebra una nueva edición de la entrega de los premios más famosos del mundo. Una gala habitualmente eterna pero repleta de glamour, megaestrellas y bastante frivolidad, para qué nos vamos a engañar.

Las estrellas del pasado han sido sustituídas por guaperas y muñequitas de porcelana, aunque tampoco faltan los auténticos actores/actrices que ya saben que si quieren lucir su talento deberán refugiarse en la TV o en el cada vez más en alza cine independiente. Es gracioso comprobar cómo hay diversas "eminencias" que siempre se dejan ver en este sarao y en otros de similares características, como si su vida social fuera lo fundamentel porque el resto del año no hay quien les vea en pantalla... Pero claro, qué precioso es salir rodeado de flashes y admiradores mientras dejas ver tu preciosa espalda a la vez que lanzas besitos a quien te jalea desde el otro lado de las vallas, como si lo realmente importante de tu aparición es dejar bien clarito que te queda fenomenal el Versace color lila. Acabáramos!

No quiero irme por las ramas, así que sabiendo que en los últimos tiempos la película que más me gusta del año no es ni nominada me dispongo de una vez a hacer mi predicción en la principales categorías. Aviso que no digo lo que me gustaría que sucediera sino lo que creo que puede pasar, porque realmente la gran mayoría de las películas a concurso no las he visto todavía. Así que ahí lanzo mi predicción:

MEJOR PELÍCULA
 -Cisne negro
 -The fighter
 -Origen
 -Los chicos están bien  
 -El discurso del rey      OSCAR
 -127 horas
 -La red social
 -Toy Story 3
 -Valor de ley
 -Winter´s bone
     * Realmente me encantó El discurso del rey. Si no gana se lo llevará entonces La red social, película demasiado fría para mi gusto. Las demás, sin opciones, aunque The fighter tiene la importante baza de sus actores, pero como drama pugilístico no aporta nada nuevo y es extremadamente convencional.

MEJOR DIRECTOR
 -Darren Aronofsky (Cisne negro)   
 -David O. Russell (The fighter)
 -Tom Hooper (El discurso del rey)
 -David Fincher (La red social)      OSCAR
 -Joel Coen y Ethan Coen (Valor de ley)
     *A David Fincher parece que se lo deben. Sólo un director con escaso currículum como Hooper se lo podría arrebatar.

MEJOR ACTOR
 -Javier Bardem (Biutiful)
 -Jeff Bridges (Valor de ley)
 -Jesse Eisenberg (La red social)
 -Colin Firth (El discurso del rey)    OSCAR
 -James Franco (127 horas)
     *Colin Firth está magnífico, además hace de rey, estuvo nominado el año pasado, la crítica le ha apoyado durante toda la carrera... No vale pensar que no ganará.

MEJOR ACTRIZ
 -Annette Bening (Los chicos están bien)
 -Nicole Kidman (Rabbit hole)
 -Jennifer Lawrence (Winter´s bone)
 -Natalie Portman (Cisne negro)     OSCAR
 -Michelle Williams (Blue Valentine)
     *Está claro que este año ganará una actriz de reconocido prestigio y eso no siempre ocurre. Portman parece que está magnífica y es la gran favorita, pero hay un sector de la Academia que puede votar a Bening, más que nada por prestigio profesional y porque ésta es su 4ª nominación y nunca ha ganado ya que se cruzó Hilary Swank en su camino por partida doble. Salvo sorpresa ganará con justicia Natalie Portman, pero cuidado con la esposa de Warren Beatty que no tendrá ya muchas oportunidades como ésta.

MEJOR ACTOR DE REPARTO
 -Christian Bale (The fighter)       OSCAR
 -John Hawkes (Winter´s bone)
 -Jeremy Renner (The town. Ciudad de ladrones)
 -Mark Ruffalo (Los chicos están bien)
 -Geoffrey Rush (El discurso del rey)
     *La lucha está entre Bale y Rush. Muy bien los dos, pero con la salvedad de que el guión le ayuda mucho más al segundo que al primero porque es sencillamente mejor. Ahora bien, Rush ya tiene su Oscar y Bale se ha llevado de calle a la crítica; además, a los académicos les chiflan los cambios físicos de las estrellas y éste se mete de lleno en la piel de un exdrogadicto con mucho carisma. No hay duda: ganará Christian Bale.

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
 -Amy Adams (The fighter)
 -Helena Bonham Carter (El discurso del rey)
 -Melissa Leo (The fighter)        OSCAR
 -Hailee Steinfeld (Valor de ley)
 -Jacki Weaver (Animal kingdom)
     *La pelea parece que se cierra en torno a  Leo y la niña Steinfeld, pero cabe cualquier sorpresa. Apuesto por la primera porque tiene una caracterización muy fuerte (y no lo digo solo por sus mechas) y porque es muy respetada desde que hace dos años la nominaron al Oscar. La chavala me parece demasiado joven para ganar, dudo que se atrevan a dárselo. Y ojito con Amy Adams porque con ésta ya lleva 3 candidaturas en pocos años de carrera, pero esta vez con la nominación creo que tiene bastante y su papel resulta demasiado insustancial.

MEJOR GUIÓN ORIGINAL
 -Mike Leigh (Another year)
 -Eric Johnson, Scott Silver y Paul Tamasay (The fighter)
 -Christopher Nolan (Origen)
 -Stuart Blumberg y Lisa Cholodenko (Los chicos están bien)
 -David Seidler (El discurso del rey)       OSCAR
     *Lo normal es que vaya también para El discurso del rey. Sería sorprendente que se lo dieran a Origen, sobre todo si aquella película tiene su noche de gloria.

MEJOR GUIÓN ADAPTADO
 -Danny Boyle y Simon Beaufoy (127 horas)
 -Aaron Sorkin (La red social)          OSCAR
 -Michael Arndt (Toy Story 3)
 -Joel Coen y Ethan Coen (Valor de ley)
 -Debra Granik y Anne Rossellini (Winter´s bone)     
     *En este apartado todavía La red social tiene menos rivales, así que su Oscar prácticamente es un hecho.

MEJOR BANDA SONORA
 -John Powell (Cómo entrenar a tu dragón)
 -Hans Zimmer (Origen)
 -Alexandre Desplat (El discurso del rey)           OSCAR
 -A.R. Rahman (127 horas)
 -Trent Reznor y Atticus Ross (La red social)
     *Es difícil pronosticar siempre en una categoría tan polémica como ésta. Generalmente se junta parte de lo mejor del año con obras de menor calidad de verderos intrusos en la materia; de este modo es como sólo se pueden explicar las victorias tan escandalosas de Gustavo Santaolalla en los últimos años (entre otros). Injusticias a parte quizás ésta sea una buena oportunidad para que gane A. Desplat, sobre todo si su película recibe una gran cantidad de estatuíllas. Si no lo logra puede ser el momento de los compositores de La red social o incluso nuevamente de H. Zimmer. Me mojo y apuesto por el compositor francés, que ya lo iba mereciendo.

Concluyendo, espero que este domingo el triunfo final se lo lleve una película no tanto que me guste sino que al menos merezca la pena pagar los 6 ó 7 euros que cuesta la entrada de cine. Los olvidos de grandes cintas como Antes que el diablo sepa que has muerto, En el valle de Elah, The wrestler (El luchador) o en esta edición de El escritor de Polanski (ni una sóla nominación para ella) no tienen perdón, sobre todo si lo que se premia son medianías como No es país para viejos o Slumdog millionaire. Pero todos ya sabemos cómo se las gastan ahora por Hollywood, donde una buena promoción significa alcanzar la gloria y eso del talento mejor dejarlo para otra mejor ocasión. Que nadie se confunda: Oscar y cine de calidad raramente forman pareja de baile.

Así que Sras. y Sres., hagan sus apuestas...