viernes, 26 de noviembre de 2010

Vientos de agua: el espejo del tiempo




Vientos de agua (tv, 2006)
Dir.: Juan José Campanella
Int.: Ernesto Alterio, Eduardo Blanco, Héctor Alterio, Angie Cepeda, Pablo Rago, Giulia Michelini, Marta Etura, Claudia Fontán, Silvia Abascal.


Hace aproximadamente una año, así casi por casualidad, vi en el cine la hipnótica "El secreto de sus ojos", espléndida película protagonizada por Ricardo Darín y magistralmente dirigida por Juan José Campanella. Fue una de esas películas que estuve mascando durante los días siguientes y entonces me apeteció conocer algo más la filmografía del director argentino.

Recordaba haber visto años atrás el inicio de una serie que emitió Tele 5 con el poético nombre de "Vientos de agua" y que tenía una pinta extraordinaria, un drama sobre la emigración en dos tiempos de nuestra historia. Pues bien, la busqué en la biblioteca y me la llevé a casita para poder degustarla pensando que Campanella no iba a fallar tampoco.

Dicho y hecho, una historia cerrada de 13 capítulos que tuve la suerte de poder ver y recomendar a los demás. Algún día espero hacer una pequeña reseña sobre la trayectoria profesional de Campanella (aún debo ver "Luna de Avellaneda"), uno de los mejores directores de cine en castellano que hay en activo y que imprime a sus producciones un sello personal muy marcado, pero eso será más adelante. Ahora mis palabras se van a centrar en esta gran miniserie.

Estamos ante un producto hispano-argentino en formato cinematográfico y pese a que es una serie yo la denominaría más como una pélícula de 16 h. de duración. Un producto muy bien realizado y de gran calidad técnica pero donde lo más importante, por supuesto, es la historia y los personajes que la dan vida. Comencemos.
                                                   
Rodada entre Asturias, Madrid y Buenos Aires, trata los avatares de dos emigrantes. El primero de ellos es un joven minero asturiano que se tiene que marchar por piernas de España si no quiere sufrir la represión de las autoridades en la convulsa Asturias del 34. El segundo es su hijo pequeño, un arquitecto de mediana edad que decide viajar a España a buscarse la vida tras la crisis del Corralito argentino del año 2001. Se van intercalando las historias del padre y del hijo resultando por momentos la misma historia.

Pilar Punzano y Ernesto Alterio
"Vientos de agua" nos habla de la amistad, del fracaso, del triunfo, del amor, de la supervivencia, del miedo, de la desilusión, de los secretos que no revelamos, pero sobre todo habla de esperanza y de la Historia, la pasada, la presente y la futura. En 13 capítulos da para plasmar un sinfín de emociones, pero si quien los modela es un maestro del sentimiento como Campanella sólo cabe pensar en un gran retablo de la emoción. Y no, no es un dramón al uso porque como ya he dicho guarda un mensaje positivo y tampoco falta ese humor sutil que siempre está presente en sus producciones cinematográficas.


Julius y Gemma en el conventillo
Un buen guión tampoco se sostendría sin un competente plantel de actores. Así que el director echó mano de gente contrastada a ambas orillas del Atlántico. En los papeles principales tenemos a Ernesto Alterio, que da vida al emigrante asturiano a lo largo de un cuarto de siglo, y a Eduardo Blanco, impecable como padre de familia que lucha por salir adelante y cuyo rostro es el fiel reflejo de la bondad del emigrante; gran trabajo el suyo. Junto a ellos tenemos al gran Héctor Alterio dando vida y sentido al emigrante asturiano ya anciano que tiene cuentas pendientes con su pasado; su interpretación en el último episodio está más allá del elogio, ¡está asombroso!


Eduardo Blanco y Angie Cepeda
En papeles secundarios destacan las actrices porque en "Vientos de agua" la mujer tiene un papel fundamental como motor de la historia. Nombres como los de las españolas Bárbara Goenaga, Marta Etura, Pilar Punzano y Silvia Abascal, la colombiana Angie Cepeda (delicioso su papel de compañera de piso del Ernesto interpretado por Eduardo Blanco) y la argentina Claudia Fontán (como la sufrida mujer del susodicho Ernesto) dan luz y color a la historia. Tampoco dejaría pasar por alto a Julius y Gemma, los compañeros de travesía del minero emigrante que son acertadamente interpretados por Pablo Rago y Giulia Michelini. Y no me quiero olvidar tampoco de la breve pero estelar aparición del fallecido recientemente José Luis López Vázquez, que tiene aquí una escena poderosa que te remueve las entrañas.



El gran Héctor Alterio en el 1er. capítulo
Por todo ello "Vientos de agua" merece esta reseña y un visionado futuro también. Pocas series o películas se me han quedado tan grabadas en los últimos tiempos y es que Campanella habla con tal franqueza de cosas tan humanas que es muy difícil abstraerse de todo ello o no sentirse reflejado en alguno de los muchos personajes que pueblan esta gran historia sobre la emigración de ida y vuelta y sobre el papel de los recuerdos (concepto fundamental en la filmografía del director) para poder conocer lo que somos y de dónde venimos.  Para abrir el apetito aquí cuelgo el comienzo de la serie, incluyendo por supuesto los soberbios créditos iniciales con su fantástico tema central:





Para terminar haré referencia al maltrato que tuvo cuando se estrenó por tv. Tele 5 la estrenó en Navidades (3 de enero del 2006) en prime time, pero tuvo la genial idea de poner los dos primeros capítulos seguidos, por lo que la gente que madrugaba se desengachó (máxime cuando cada capítulo dura 70 min.) Posteriormente cambió el día y la hora de emisión de los siguientes capítulos, así que no había alma humana que pudiera seguirla, retirándola finalmente de la parrilla sin haberla emitido en su totalidad. La "cadena amiga" ante las críticas que se levantaron aludió que la retiraba para que no fuera pirateada, reconociendo que era un producto más apropiado para sacar en DVD, pero resulta paradógico que fue una serie que contó con mucha publicidad los días anteriores a su estreno y que encima nos la vendían como una serie diseñada a marcar una época. En fín, cosas de una cadena adicta a la telebasura y a series con tan poco ingenio como "Los Serrano" por aquel entonces. (http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Tele/retira/serie/Vientos/agua/elpporgen/20060205elpepirtv_2/Tes)

Rodaje de "Vientos de Agua" en Prieres
Momento del rodaje en Prieres (AS)
El DVD (completito, en 5 discos), éso sí, funcionó muy bien en el mercado español y en Argentina se emitió con bastante más éxito que aquí. Desde Argentina aseguraron que su fracaso televisivo en nuestro país se debió a que toca temas que no nos gustan porque nos podemos sentir reflejados como nación que surtió de emigrantes y que ahora se encarga de recibirlos con toda la problemática que conlleva. Pero yo no creo que sea ése el problema, sólo la falta de tino y de sensibilidad por parte de Tele 5. Ya se dijo que la miel no está hecha para la boca del asno... pues éso.


lunes, 8 de noviembre de 2010

R.Madrid-Atlético: vecino rico, vecino pobre

No contaba con escribir tan pronto, la verdad. El fútbol es uno de los deportes que me gustan y aunque confieso que no me considero de ningún equipo sí tengo ciertas simpatías por alguno de ellos.

Ayer vi el R. Madrid-Atlético de Madrid, un clásico de nuestra liga y dos equipos que simbolizan dos maneras de entender el fútbol y de entender la vida netamente distintas. Reconozco que de pequeño me tiraba más el blanco, cosa que ahora no acabo de alcanzar a entender, quizás porque tenía tirria al Barça, pero no sólo por lo que vi ayer me alegro de no apuntarme a caballo ganador que siempre es lo más fácil, ¿o no?

En primer lugar quiero hacer referencia a lo que ocurrió en el terreno de juego. Sí, un R.Madrid que salió como una moto a abrir brecha en el marcador y un Atlético especulativo, pero ay amigo es que ayer ese hombre de negro la tenía preparada... 1er gol: zancadilla previa Reyes que se tragó el árbitro ; 2º gol: dudo que la caída de Cristiano Ronaldo se pueda considerar falta tras un levísimo contacto ; además, penalty por mano de Xavi Alonso (el balón iba a puerta, brazo despegado del cuerpo) y fuera de juego pitado a Forlán inexistente, se quedaba sólo para encarar a Casillas. Y no, la caída de Di María en el área NO ES PENALTY porque el defensa toca primero el balón. Demasiadas casualidades que en mayor o menor mediada suelen repetirse en esos mismos enfrentamientos...
Cierto es que el Madrid acumuló ocasiones, pero también las tuvo el Atlético, que durante buena parte del partido maniató a los blancos que no tuvieron capacidad para volver a llevar la batuta del juego. En eso me pareció que el Atlético fue bastante superior aunque al final acabó bajando los brazos y el R.Madrid pudo rematar la faena a la contra.

En segundo lugar es vergonzoso cómo nadie dentro del club rojiblanco ha salido a decir nada del arbitraje. Más aún cuando se sigue repitiendo desde hace 2 jornadas con el nefasto arbitraje en Villarreal y el penalty que obvió el árbitro en el Calderón ante el Almería. Vamos que para que piten un penalty a los rojiblancos quiera Dios qué va a tener que suceder. Además, noto cierta desidia en el club, resignación por lo que están padeciendo y poca garra para sobreponerse a todo esto.

Finalizo recriminando la labor del periodismo deportivo español. No sólo porque parece que el resto de deportes (motos, F1 y tenis son la excepción) no pintan nada sino porque aquí quien no es del Barcelona o del Real Madrid no tiene su hueco y tampoco tiene derecho a quejarse. Es lamentable por ejemplo cómo el espacio de deportes de RNE (la radio pública recuerdo) está diseñado en torno a los dos grandes con especial esmero hacia el R. Madrid y ayer, después del partido, ni una sola referencia a la labor arbitral, todo fueron peros para el Atlético no sólo hacia su juego sino también hacia su trayectoria durante los últimos años. Vamos que estaban encantados de reconocerse tan madridistas, no hay palabras!
Algún día espero hacer referencia a las ventajas de base que tienen los dos grandes de nuestro fútbol con respecto a los demás clubes, pero si es que a eso le sumas unos arbitrajes tan sospechosos como el de ayer apaga y vámonos. Qué liga más triste!
Dicen que todo lo que sube baja, pues éso espero.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Jessica Lange: la novia de King Kong


Quienes mejor me conocen sabrán que siento cierta predilección por algunas actrices. Pues bien, hoy toca hablar de una de "las grandes" de Hollywood. Se trata de Jessica Lange (Minnesota, 1949), actriz de calidad que tuvo su etapa de oro en los 80 y comienzos de la década siguiente.
Tras unos inicios como modelo (por entonces estaba casada con el fotógrafo asturiano Paco Grande) dio el salto a la gran pantalla como objeto del deseo de King Kong en el remake que se hizo del clásico en el año 1976. El fracaso del film casi la hizo desistir del mundo de la actuación y tras 3 años en barbecho y aprendizaje interpretativo sorprendió en el musical de Bob Fosse "Empieza el espectáculo", donde daba vida a un ángel.
Luego llegó la película que la situó en el mapa de Hollywood, "El cartero siempre llama dos veces" (otro remake), con la consabida escena del revolcón en la mesa de la cocina con Jack Nicholson. La química con el actor era uno de los puntos fuertes de la película y la carga sexual que imprimió la actriz a su personaje a buen seguro la tentaron a encasillarse en papeles de mujer fatal, pero no, Jessica Lange buscó papeles diversos y al año siguiente (1982) firmó el mejor de su carrera  consagrándose como una de las mejores actrices de su generación al filmar dos películas muy dispares: "Tootsie" (de Sidney Pollack) y "Frances".
El resultado fue sendas nominaciones al Oscar (como principal por la de Graeme Clifford y como secundaria por la de Pollack). Finalmente ganó la estatuilla por esta última interpretando a una joven actriz de telenovela de la que se enamora un "travestido" Dustin Hoffman. Pero aunque por él no ganó, su papel en "Frances" es de los mejores de su carrera y uno de los más destacados de la filmografía norteamericana de los 80. Lange sorprendió a todos interpretando a una actriz del Hollywood dorado que cae en desgracia por sus ideales izquierdistas. Ahí va un pequeño estracto de su impresionante actuación:
(pincha para ver el video)

Durante el rodaje de "Frances" conoció al que sigue siendo su marido, el actor y dramaturgo Sam Shepard, con quien volvió a coincidir en dos de sus siguientes proyectos: "Nuestra tierra" (1984) y "Crímenes del corazón" (1986). Por la primera, un drama rural independiente, consiguió su tercera nominación al Oscar y supuso el inicio de una serie de papeles recurrentes en la filmografía de la actriz, el de mujer rural de carácter fuerte. Entre ambas películas rodó "Dulces sueños", biopic sobre la vida de la cantante de country Patsy Cline y que le reportó una nueva nominación al Oscar (compitiendo otra vez con su coetánea Meryl Streep) en 1985.

Los años siguientes espació algo más sus proyectos al dedicarse más enteramente al cuidado de sus hijos. Fue en 1989 cuando Lange realiza uno de sus mujeres trabajos. Se trata de su papel para "La caja de música", cinta política de Costa-Gavras donde la actriz de Minnesota da vida a una abogada que debe defender a su padre ante la Justicia al ser acusado de crímenes de guerra. Es sin duda un pepel distinto en su filmografía, mucho menos sensual que los demás, un trabajo contenido pero muy rico por el que probablemente merecía el Oscar. Y una grandísima película por cierto.
 
En 1991 trabaja para Martin Scorsese en "El cabo del mierdo", donde comparte planos con Nick Nolte y Robert de Niro. Desde entonces comienza a frecuentar las tablas del teatro y las tv movies pero el destino la reportaría su 2º Oscar (el primero como protagonista) por una cinta maldita que estuvo a punto de no estrenarse: "Las cosas que nunca mueren". Esta película tardó tres años en llevarse a las salas debido a la quiebra de la procuctora Orion y si fuera poco su director, el oscarizado Tony Richardson, falleció a poco de terminarse el rodaje. Seguramente el potencial interpretativo de la actriz ayudó a que la cinta lograra distribuidor y pudiera competir por el Oscar y la rubia norteamericana no dudó a la hora de acordarse de su malogrado director en el discurso de recogida del premio (ver vídeo más abajo).

"Las cosas que nunca mueren" no es una gran película, pero contiene un personaje potente al que pone rostro la actriz. Su Carly Marshall es una mujer egocéntrica, sexy y desequilibrada que debe demostrar el amor a su familia para salvar a su marido de una conspiración militar. Y es aquí donde se percibe todo el potencial sensual de la actriz y su elegancia natural delante de la cámara.
Sólo dos años distan sus papeles en "La caja de música" y "Las cosas que nunca mueren" pero son tan diametralmente opuestos que parecen interpretados por dos actrices distintas en la madurez de su carrera.

Jessica Lang & Armin Müller-Stahl in Music Box
 "La caja de música"

 "Las cosas que nunca mueren" (Blue sky)

 


 

 Gala de los Oscar, 1995

Desde entonces el cine dejó de ser una prioridad para ella, participando casi exclusivamente en producciones independientes o junto a amigos como Michelle Pfeiffer, Anthony Hopkins o Kathy Bates. Apartada de Hollywood distanció sus proyectos y se dedicó a la fotografía (una de sus pasiones) o a representar a la UNESCO como embajadora de buena voluntad en países pobres, sin escatimar tampoco en su apoyo a la campaña contra la guerra de Irak del sr. Bush. En 2002 recibió el premio Donostia en el Festival de San Sebastián y allí no ahorró en reproches a la administración ultraconservadora de su país.
En 2003 se puso a las órdenes de Tim Burton para encarnar a la fiel esposa del anciano protagonista en "Big fish". Una extraordinaria fábula donde la madura actriz brillaba sin a penas articular palabra y donde aparecía especialmente guapa.

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN: Jessica Lange agradece el Premio Donostia.
En San Sebastián, 2002

"Big Fish", de Tim Burton
Ahora vive casi apartada del cine, dejándose ver en ocasionales producciones de bajo presupuesto certificando que el dinero nunca ha sido una prioridad en su dilatada trayectoria profesional. También ha llamado la atención la sospechosa modificación de sus rostro con un exceso de botox (¡es la moda!) que la ha hecho perder sus tradicionales rasgos dulces y adquirir un carácter "achinado" y raro para su edad (61), como se puede ver en la siguiente fotografía al recibir el Emmy hace un año por la miniserie "Grey Gardens".  

Con un Emmy, 2009


Pese a estar apartada prácticamente de los focos siempre podemos recurrir a los buenos papeles que ha realizado aunque no se trate siempre de buenas películas. Una actriz a tener en cuenta que marcó un estilo a finales de siglo donde la elegancia en sus movimientos y la sensualidad que imprimía a sus personajes enamoraban a la cámara, algo que realmente hoy en día se echa bastante en falta en el cine contemporéneo. Y aunque haya acusado más superar la barrera de los 50 que sus coetáneas Susan Sarandon, Helen Mirren o Meryl Streep cabe la esperanza de que nos vuelva a regalar una gran interpretación en una película de primer nivel. 
Filmografía (en negrita sus mejores papeles)

- King Kong (John Guillermin, 1976)
- Empieza el espectáculo (Bob Fosse, 1979)
- El cartero siempre llama dos veces (Bob Rafelson, 1981)
- Frances (Graeme Clifford, 1982)   NOMINACIÓN
- Tootsie (Sydney Pollack, 1982)   OSCAR
- Nuestra tierra (Richard Pearce, 1984)   NOMINACION
- La gata sobre el tejado de zinc caliente (tv) (1984)
- Dulces sueños (Karel Reisz, 1985)   NOMINACION
- Crímenes del corazón (Bruce Beresford, 1986)
- Norte lejano (Sam Shepard, 1988)
- Cuando me enamoro (Taylor Hackford, 1988)
- La caja de música (Constantin Costa-Gavras, 1989)   NOMINACION
- Los hombres no abandonan (Paul Brickman, 1990)
- El cabo del miedo (Martin Scorsese, 1991)
- O Pioneers! (tv) (1992)
- La noche y la ciudad (Irwin Winkler, 1992)
- Las cosas que nunca mueren (Tony Richardson, 1994)   OSCAR
Instinto maternal (Stephen Gyllenhaal, 1995)
- Rob Roy: la pasión de un rebelde (Michael Caton-Jones, 1995)
- Un tranvía llamado Deseo (tv) (1995)
- Heredarás la tierra (Jocelyn Moorhouse, 1997)
- Relación mortal (Jonathan Darby, 1998)
- La prima Bette (Des McAnuff, 1998)
- Titus (Julie Taymor, 1999)
- Nación Prozac (Erik Skjoldbjærg, 2001)
- Normal (tv) (2003)
- Anónimos (Larry Charles, 2003)
- Big fish (Tim Burton, 2003)
- Flores rotas (Jim Jarmusch, 2005)
- Llamando a las puertas del cielo (Wim Wenders, 2005)
- El libro mágico (Joshua Michael Stern, 2005)
- El viaje de nuestra vida (Christopher N. Rowley, 2006)
- Sybil (tv) (2007)
- Grey Gardens (tv) (2009)
De próximo estreno:
- The Big Valley (Daniel Adams)
- The Vow (Michael Sucsy)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Qué año significa más en tu vida?

Alguna vez uno se ha parado a pesar qué momento de su vida ha significado un antes y un después. Suena muy duro decirlo, sobre todo cuando se supone que la vida de uno puede ser larga dado los tiempos que corren, pero la vida está llena de decisiones y la mayoría deben tomarse en muy poco espacio de tiempo. El caso es que una vida es la concatenación de un conjunto de decisiones, igual que un camino que se va bifurcando sucesivamente sin saber a ciencia cierta dónde tiene su línea de meta.
En mi caso soy consciente de esos momentos que pudieron suponer un cambio de rumbo y, a veces, surgen las dudas e incluso el arrepentimento. ¿Pero de qué sirve? Lo pasado pasado está y no hay vuelta de hoja. Lo de la palabra DESTINO mejor lo dejamos para más adelante...
Siempre he pensado que el año 92 fue un año de bastante importancia a nivel personal (y para España tb dicho sea de paso). La finalización de la EGB cerró viejas amistades y abrió otras nuevas pero el caso es que mi etapa en el Instituto no la acabo de recordar de muy buen agrado y no sé especialmente por qué. Así por ejemplo, del año 96 mejor ni hablamos, se juntaron cosas demasiado desagradables y es que 1996 lo considero clave en el devenir de los años siguientes pues cierra la etapa de mi infancia y me hizo poner el punto de mira en otros ámbitos, en otros círculos.
El año 97 fue especial, supone cierto resurgimiento, un año especialmente bueno donde consigo acceder a la Universidad después de una inmaculada repetición de COU, ¡quién lo diría! Y consecuentemente supone mi llegada a Valladolid, conocer nuevas amistades y una cierta maduración personal no sólo por el hecho de pasar gran parte del día fuera de casa (o por esos madrugones a las 6 de la mañana).
El 98 siempre lo he considerado el mejor de mi vida. Instalado en Valladolid forjé amistades y recolecté momentos. Además, supuso salir del nido por vez primera y acostumbrado al control de padres y profesores era un lujo poder elegir ir a clase o no. Era casi casi la libertad absoluta, cosa que se acabó notando bastante en las notas finales. Pero aquellos momentos aún los guardo muy adentro.
El año 2002 lo recuedo especialmente por el viaje de Fin de Carrera. Y es que salió todo tan perfecto que parece que a todos nos costó olvidar lo que habíamos vivido. Y por último el 2005. Éste sí tiene demasiada importancia pues supone mi conversión en un emigrante no sólo en lo geográfico, un año de decisiones difíciles y regustos amargos que me llevó a cambiar completamente de aires, salir a buscar otras metas. Digamos que me lo pedía el cuerpo, pero aquel 20 de Octubre lo recuerdo como si hubiera sido hace nada. Aquella maleta llena de cosas pesaba una barbaridad pero a buen seguro otras cosas pesaban más en el alma y es que fácil no iba a ser, por supuesto. De perdidos al río...
Dicho todo esto creo que cada momento por muy nimio que parezca supone un antes y un después. Cada decisión que tomamos lo condiciona todo. Quien sabe si de haber actuado de otra manera ahora me iba a postular a ministro, profesor o barrendero. Quien sabe! Pero a veces tenemos la capacidad de elegir y no abundan las segundas oportunidades. Y digo yo, ¿cual fue el año de TU VIDA?