sábado, 23 de agosto de 2014

Nadies

Dicen que el verano produce atontamiento y hay días que con tanto calor no es para menos. Pero si hay un electrodoméstico que todos tengamos por casa que sufra de un atontamiento especial ese no es otro que la caja tonta, la tele.

La tele, ya tonta de por sí, está repleta de tontos y de atontaos, o de zumbaos, por eso de no repetirnos tonto -digo tanto-. Es encenderla y empezar a zapear sin acabar en ningún destino. O películas repetidas de dudosa calidad, o programas mil veces emitidos con sus correspondientes superbloques de publicidad... Eso es todo lo que ofrece en verano y en no verano.

Pero si hay espacios que por tonillo dan verdaderas nauseas -y no me refiero a las noticias de Deporte de Antena3, con ese soniquete que busca siempre el pareado o la redondilla- esos son los programas del corazón. Es digno de estudio la cantidad de público que pueden llegar a congregar esos rondos de tertulianos sibilinos que pueblan los programas de la tarde y a veces de la noche. Con ganas demuestran la vena más rastrera, cotilla y malintencionada de nuestra realidad social. Y parece que la cosa gusta, y mucho...

Luego está la cadena pública que trata de hablarte del famoseo (esta palabra es muy genérica y está muy distorsionada) imperante en nuestro país y parte del extranjero. Que España es un país de modelos, toreros y futbolistas no es descubrir la pólvora ni la fórmula de la bebida más popular del mundo, pero el trío que pueden llegar a montar estos tres elementos es de aúpa. Ahora bien, la cosa no se queda ahí tampoco.

La moda ya es ser HIJO Ó HIJA DE. Cuanto más inútil e inmaduro eres más cancha tienes en este tipo de programas y en la prensa rosa (o amarilla). Los hijos de la Pantoja o los adoptados por la más grande y el descerebrado de Ortega Cano son unas piezas de mucho cuidao, casi igual o más que los padres. Eso si que es tener la vida resuelta montando el numerito o haciendo declaraciones apresuradas sabiendo que siempre va a haber una cámara y su correspondiente alcachofa delante. Porque este es el tipo de famoseo que nos mola. ¿Y qué me decís del percal que te lo cuenta? Si es que parece que fuera la cosa más importante del mundo... Tan blancos quieren  aparentar que resultan transparentemente estúpidos este tipo de programas del corazón de TVE.


Así que lo dicho, un país de eternos cotillas este, oiga. María Isabel, Paquirrín, Gloria Camila, José Fernando, nombres todos tan relevantes para quitar de la parrilla televisiva cosas muchísimo menos interesantes. Pero vamos, es lo que hay y parece que también lo que se pide. Ya se sabe que el share  manda, y no poco precisamente. Feliz estío.