jueves, 29 de diciembre de 2016

Ranking cinéfilo 2016

A las puertas de un nuevo año es momento de hacer un pequeño repaso a lo que estos dos ojos han visto en la pantalla grande a lo largo de 2016. Un año el que acaba con películas muy apreciables pero, a mi entender, y bajo la lupa que es mi selectiva manera de ver el cine, sin grandes películas que puedan hacerse un hueco en mi particular listado de cintas favoritas.

2016 ha supuesto cine de calidad, sin duda, pero al igual que la carrera por el Oscar no dejó en mi memoria esa gran película que recuerdas con el tiempo sucede algo parecido con este ranking. Veamos aquellos ejemplos de "lo mejor" que ha dejado el año que enseguida acaba.


7. Hasta el último hombre (Mel Gibson)
El actor/director australiano se ha tirado 10 años sin realizar ninguna película y ésta, a la chita callando, ha calado muy bien entre la crítica y el público, sonando bastante para los Óscar que se celebrarán en febrero. Una gran producción muy clásica en su primera mitad, puede que excesiva y reiterativa, pero que emerge en su segunda parte como una gran cinta bélica que te deja atónito por su realismo y por lo bien que se le da a Gibson retratar la furia y el heroísmo en pantalla. Pocas veces en el cine se ve la guerra desde las mismas entrañas y eso es un gran logro, aunque en el fondo quede algo lastrada la propuesta por un guión poco matizado y un mensaje religioso demasiado evidente.



6. Elle (Paul Verhoeven)
La cinta promovida por Francia a los Oscar supone la rentrée del director holandés en el panorama Hollywood, después de varios años dirigiendo alguna película que otra en su país natal. Y quien tuvo, retuvo, pues en "Elle" todo nos recuerda al psicothriller de los 90. A partir de la violación de la protagonista, una madura ejecutiva de armas tomar, se desarrolla una trama emocionantísima de venganzas, sexo y podrida moral. ¿Quien es la víctima: el acosador o el acosado? Al ingenio del veterano director se une el trabajo titánico y digno de premio de una Isabelle Hupert tan pérfida como comprensiva. Y es que parece que sólo ella quería interpretar el papel... Una película que engancha porque siempre están sucediendo cosas pese a que le sobre como una media hora hacia el final. 



5. Julieta (Pedro Almodóvar)
El manchego no se ha tirado una década sin dirigir, pero sí sin hacer cine del bueno, del que sabe hacer cuando no se pasa de rosca. Y "Julieta" supone su particular regreso, pese a que la taquilla no respondió en absoluto cuando se estrenó.
La Julieta del título, magníficamente interpretada en su madurez por Emma Suárez, es un ser dolido por el peso del pasado, como tantos otros en la filmografía almodovariana, pero uno no deja por menos de saber querer más de esa mujer solitaria que esconde tantos secretos. Y el director rebusca en las emociones y en las decisiones que tomamos en la vida para labrar una película lograda, menos artificial que muchas de las que le preceden, más comprensible pero sin renunciar a ese tono kirsch aunque limpiándolo casi por completo de cualquier atisbo de humor. Es una lástima que una película tan interesante como esta no haya tenido la respuesta de público que merecía.



4. Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan)
Llegada de Sundance y vista en el Festival de Gijón es, sin duda, una de las películas de las que más se habla en clave de Óscar. Peli de gran recorrido pero de escaso presupuesto que nos traslada a esos pueblos marineros del nordeste de Estados Unidos para contarnos la historia de un hombre de oscuro pasado que sobrevive como puede en la ciudad en el momento en que sopesa regresar a su pueblo para hacerse cargo de su sobrino. Genialmente interpretada por Casey Affleck y Michelle Williams (en un pequeño -pero importante- papel), esta cinta es una de esas pequeñas maravillas que podemos ver todos los años en nuestra cartelera. Pese a ser una buena película, su premisa queda algo alargada por un exceso de metraje.



3. Un monstruo viene a verme (J.A.Bayona)
Ha sido mucho el público español que se ha dejado arrastrar por el imaginario creado por el director catalán. Es curioso cómo cada vez que Mediaset decide producir una película, a base de promocionarla y "contárnosla" treinta mil veces, resulta ser un éxito de público, como ya sucedió en su día con la anterior película de Bayona, "Lo imposible". Y es que en el fondo nos gusta que nos machaquen.
Esta fábula la sufres, la disfrutas o la recuerdas según te llegue su mensaje y según te sientas identificado con las circunstancias que ves en pantalla. La historia de Conor es la de cualquier adulto porque sus sentimientos son universales y no entienden de edad. A destacar su buen casting internacional, lo bien insertados que están los momentos de animación en la trama y unos diálogos bien trabajados que hacen de "Un monstruo viene a verme" cine de gran calidad. Lo malo, que los listos de Tele 5 ya nos la contaron sin verla. Imperdonable.



2. Spotlight (Tom McCarthy)
Ganadora del Oscar a Mejor Película será una de esas ganadoras que dentro de pocos años solo unos cuantos recordarán, pero la cinta que nos ocupa es ejemplo de cine bien hecho a partir de un guión perfectamente hilvanado, unas firmes interpretaciones y un ritmo constante que te deja quieto y parao en la butaca hasta el desenlace final. No hace falta una gran producción para hacer cine con mayúsculas, de ese que bebe del cine periodístico de los años 70. Y "Spotlight" ha sido una de las grandes revelaciones de la temporada sin duda. Cine honesto, sin estrellas (o con estrellas al servicio de un guión). Cine coral sobre la labor de los medios de comunicación y que indaga en  lo que somos capaces de soportar como sociedad por miedo al poder establecido.



1. Carol (Todd Haynes)
Unas estupendas Cate Blanchett y Rooney Mara protagonizan este film que recrea el Nueva York de los años 50 y las ataduras morales a las que se ven sometidos los individuos en ese cuento de hadas que es la sociedad acomodada y consumista de la Norteamérica de posguerra. Todd Haynes regresa a ese ambiente que tan bien retrató en "Lejos del cielo" o en la miniserie "Mildred Pierce" y lo hace con un cine pausado, detallista, sumamente elegante que bebe del cine de otra época, perfectamente calculado pero bajo el que late un torbellino de calladas emociones.
Un juego sugestivo donde nada ni nadie es perfecto y donde todos en el fondo somos en parte prisioneros de algo. La historia de estas dos mujeres a través de los fascinantes ojos de Rooney Mara es la lucha interior de miles de mujeres atrapadas en el infelicidad y el director ha sabido hacer una película tan fascinante como esa mujer rubia, bella, moderna y en apariencia perfecta a la que da vida una siempre acertada Cate Blanchett. Una gran película que te atrapa y que, sin duda,  merecía algo más de reconocimiento por parte del gran público y, por descontado, de los Oscar. El film que más me ha gustado a lo largo de este 2016.