martes, 25 de junio de 2019

CiudadanoX



Hará poco más de una semana, en una entrevista televisiva, Inés Arrimadas decía tantas cosas y con tanto convencimiento que a no mucho tardar vendrán a engrosar la hemeroteca famosa del verdadero o falso. Y no para bien de la diputada catalano-andaluza, precisamente.

Es digna de estudio y de análisis pormenorizado la trayectoria reciente de un partido de origen catalán como Ciudadanos (Ciutadans) y de extensión nacional desde las elecciones europeas de hace cinco años. Aunque por entonces la irrupción de Podemos, que emergía de las calles del 15M, fue mucho más relevante y rimbombante, la implantación a nivel estatal de un partido antinacionalista como Ciudadanos suponía también otra patada en la espinilla del bipartidismo político. Ambos, Podemos y Ciudadanos (en adelante C`s), pese a sus muchas diferencias, venían a regenerar la vida política, a insuflar nuevos aires al desacreditado panorama de la res publica; y lo hacían en principio de manera transversal. Además, tanto Albert Rivera como Pablo Iglesias eran dos líderes jóvenes pero completamente diferentes que aún así abrían la puerta a posibles pactos entre estas formaciones en cuanto a la lucha por la regeneración y la transparencia de las instituciones. La realidad, en cambio, ha venido a contradecirles.

En este blog que actualizo cada mucho tiempo me he referido en varias ocasiones a la formación morada, pero hoy este post va dedicado al sr. Rivera y a la deriva tan triste como curiosa que ha llevado la formación que con mano de hierro aún sigue manejando el político barcelonés. He aquí un decálogo de los grandes males que ha ido acumulando el partido naranja.

1) C`s acusa el personalismo político de su líder. Porque debajo de esa apariencia de partido de bases todo se hace con la aquiescencia de Albert Rivera. Todo.

2) En infinidad de ocasiones hay un patrón que se repite en la formación liberal: muchos de sus integrantes (a nivel municipal, sobre todo) provienen del PP o del PSOE. Sin ir muy lejos, de cara a las últimas elecciones al Parlamento Europeo fueron muy sonados algunos fichajes de tales formaciones. Gente que supuestamente ha venido a quedarse, con el único mérito de discrepar en ese momento de los dirigentes rojos y azules. C`s a veces da la sensación de que se nutre demasiado de las manzanas tocadas que caen del árbol.

3) Es una verdadera pena su cada vez más palpable falta de autocrítica. Si bien es verdad que no le fue mal en los comicios generales, en las autonómicas y municipales se dieron un batacazo. Contando con una menor implantación territorial que el Partido Popular era imposible competir de igual a igual, por más que Albert Rivera quisiera erigirse en el líder del espectro de centro-derecha. Y lo que es un fracaso lo es siempre aunque con la magia de las palabras trate de disfrazarse de otra cosa. La falta de modestia y de sentido de la realidad han venido a engullir el discurso de C`s hasta límites indignantes.

4) Sospechosos casos de amaño en distintas primarias nos dan a entender que aquello de la "nueva política" era un cuento. Rodearse de personajes tan en entredicho como la exconsejera del PP en Castilla y León Silvia Clemente era una decisión desacertada de la Dirección del partido y que iba a conllevar un importante descrédito. Pero es que en los últimos tiempos en C`s, ante las críticas, balones fuera y lo que es negro es leche porque me empeño yo. Mal camino llevamos.

5) El C`s actual no se asemeja nada a aquel que pactó un programa de gobierno con Pedro Sánchez a comienzos del 2016. El de ahora se ha agazapado en las trincheras y tiene la dudosa virtud de no  intentar apaciguar los encrespados ánimos de la política nacional por un mero interés partidista. Tenía razón Manuel Valls: "para C`s, cuanto peor, mejor" y sus declaraciones recientes tan devastadoras con el partido naranja vienen a expresar la realidad de lo que se ha ido convirtiendo un partido que representaba la centralidad política. Ese discurso de las derechas y las izquierdas vuelve a estar más vivo que nunca, ¿por qué será?

6) C`s ha insuflado vidilla al PP más derechizado de los últimos tiempos. La situación del partido conservador era tan sumamente delicada por la contundente victoria socialista a nivel global que solo un pacto con VOX y C`s le permitía seguir ostentando gran parte del pastel autonómico y municipal. El sr. Rivera tenía la posibilidad de dar la puntilla al PP de Casado, pero en cambio una alianza tan decidida como ciega con la sede de Génova 13 le ha dejado como un tenor del montón a cambio de un único plato de lentejas. Una estrategia a todas luces errónea que ya ha empezado a tener consecuencias en forma de deserciones.

7) La foto de Colón es la contundente y bochornosa imagen de la derechización de C`s, que hace ya tiempo renunció a su vocación socioliberal en aras de aliarse con el Partido Popular con el solo fin de derrocar a Sánchez. Ni siquiera los muchos casos de corrupción pendientes de esclarecer en las filas populares, ni sus numerosos años de tutelaje en autonomías y diputaciones, han logrado que Albert Rivera dé su brazo a torcer en casi todo el mapa nacional. Supongo que hay razones suficientes para poner el grito en el cielo con respecto a la alianza del PSOE navarro con los independentistas, pero hay muchísimas menos para dejar gobernar al partido más votado en Castilla y León con tal de tejer una alianza tan ciega como ingenua con un partido que lleva gobernando 32 años la comunidad más extensa de España y cometiendo durante ese lapso de tiempo no pocos desmanes. Muy bonito todo, Albert. Seguramente que son muchos los castellanoleoneses que te estarán felicitando. "Regeneración" lo llamabais.

8) Se puede acusar a Albert Rivera de obsesionarse con el preocupante -porque lo es- tema catalán. Y toda su manera de actuar a nivel político se ve contaminada por Cataluña. Incluso, para consensuar un pacto, su partido obligó a las direcciones territoriales del PSOE a firmar un documento donde expresar la disconformidad con las políticas de la dirección nacional y apoyar la aplicación del art. 155 de la Constitución en Cataluña. Así y todo, el asunto del Procés ha venido a condicionar  completamente la política social, económica e institucional del país gracias en cierta medida al empeño de C`s.  Mezclar las cosas nunca ha sido buena idea. Supeditar las reformas estructurales que necesita España, algunas bastante urgentes y que requieren una mayoría fiable en el Congreso, a que el Partido Socialista ni siquiera pueda reunirse con los partidos independentistas es una auténtica barbaridad que refleja la falta de ética del bandazo de C`s al papel de oposición feroz.

Mimetización con el PP, ese "contigo sí, pero como que no se note" con respecto a VOX para sacar cacho y un "cordón sanitario" al PSOE por considerar a Pedro Sánchez un nuevo Lucifer son sus dogmas de fe ahora. Aún decían hace unos días que con Jaume Collboni sí -pero con Colau nunca- para justificar su ruptura con Manuel Valls cuando habría que recordar que el propio PSC es lo más fiel al sanchismo que hay a nivel territorial. El argumento de C`s, además de una falacia, no se sostiene por incongruente. Otro más...

9) C`s ha vertido unas cuantas mentiras con respecto a Pedro Sánchez, investido legítima y constitucionalmente como jefe del Ejecutivo tras una moción de censura. Y justo en ese momento, cuando las encuestas con respecto a un posible adelanto electoral daban a C`s un importante subidón, llegó la negativa de Pedro a convocarlas. Cual niño pequeño que coge una rabieta en la que le va la vida, Albert Rivera, que hasta ese momento había sostenido al gobierno del que decían nunca iban a hacer presidente (Rajoy), jamás se lo ha perdonado y eso ha originado su intransigencia hacia los socialistas. Ha hipotecando el bien del país por una postura política impropia de un partido regenerador y liberal, llegando a tejer un juego de pactos tan oscuro y burdo como alejado de los postulados iniciales de su formación. Tras las últimas elecciones, C`s se ha rendido completamente al mercadeo de sillones con tal de ir de la mano en todo del Partido Popular.

10) Esa enemistad irreconciliable de Sánchez y Rivera obliga a aquel a valorar otras alianzas con quienes C`s venía a tratar de frenar. La oportunidad de reducir la influencia de los partidos nacionalistas, tan insolidarios ellos, en la política nacional, se está dejando pasar, como a punto estuvo de suceder en el Ayto. de Barcelona si no media la loable decisión del exprimer ministro francés. Los españoles que no vivimos en Galicia, Cataluña o el País Vasco deberíamos dar a este C`s las gracias por permitir que la política nacional siga condicionada por los pactos con los partidos que desde luego no buscan el bien común. Es completamente mentira que Pedro Sánchez no desee entenderse con los naranjas, pero no le queda otra más que tratar de llegar a acuerdos con otras formaciones para ser investido porque de los contrario nos encaminamos a una repetición electoral. ¿Eso es lo que quiere C`s? ¿No trató de hacerlo a la inversa en 2016 para que una abstención de aquel PSOE turbulento permitiera investir a Mariano Rajoy ante la amenaza en el horizonte de otro domingo electoral?

Asi pues..., ¿qué más nos queda por ver con respecto a C`s? Intuyo que multiplicarse por cero, diluirse en el PP o la diáspora irremediable de sus dirigentes díscolos -que los hay, lo vamos comprobando-  ante la ceguera de la dupla Rivera-Arrimadas. Viene el recuerdo de aquel CDS que fundó Adolfo Suárez con las cenizas de la UCD o el de aquel partido personalista creado por Rosa Díez (UPyD) en una posición de socialismo moderado. Albert Rivera es ese Ciudadano X, esa incógnita que puede condicionar la estabilidad de los próximos años de gobierno a todos los niveles. Pero se siente más cómodo en la confrontación, repitiendo el mismo discurso altisonante o declinando reunirse con el presidente del Gobierno en funciones. Ya hasta ha perdido la capacidad de diálogo, como VOX, con quien por mucho que lo niegue ha de comer en la misma mesa. Visto lo visto parece que el multipartidismo no va a llegar a los postres.


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